Al empezar las contracciones los médicos por regla general invitan a la madre a mantenerse en posición tumbada. Pero existen otras posiciones que te van a permitir afrontar el dolor mejor. A continuación te sugerimos algunas de ellas.
De pie
Cómo se realiza. La mujer debe colocarse de pie frente a su pareja rodeando el cuello de ésta con los brazos. A continuación flexionará las rodillas ligeramente relajando las piernas y abandonándose en brazos de su acompañante. Otra opción es dar la espalda al compañero y flexionar las rodillas mientras él la sujeta por sus axilas. En algunos hospitales pueden encontrase cuerdas a las que la madre puede cogerse. Si se desea, entre una contracción y otra, la madre puede caminar.
Las ventajas de colocarse en posición vertical radica en que se puede aprovechar al máximo la fuerza de la gravedad ya que la mujer nota la presión del peso del bebé y siente la necesidad de empujar de una manera consciente. En esta posición también se podría dar a luz para adaptarse a la salida del pequeño de una manera natural. En este caso la matrona se tendría que poner detrás de la mamá.
De lado
La madre se encontrará tendida sobre la camilla, sobre su costado y con la pierna externa flexionada hacia su pecho. Si se encuentra más cómoda podrá ponerse un cojín debajo de la rodilla o de la barriga.
Esta posición es bastante relajante y se elimina el inconveniente del peso de la barriga sobre las venas, lo que garantiza una oxigenación mejor tanto para la mamá como para el bebé.
También permite a la madre mover la pelvis, por los menos una parte de ella, o bien abrir y cerrar las piernas o desplazarlas, dependiendo de cómo ella se sienta mucho más cómoda.
A gatas
La mujer se coloca en el suelo con las rodillas sobre dos cojines o sobre una esterilla mientras coloca los brazos en la cama, en una pelota, en el suelo o donde se sienta más cómoda. Lo más importante es que la espalda llegue a formar un ángulo de 90 grados con las piernas y de esta manera no forzar la columna. Si la futura mamá se apoya en agluna superficie, puede también apoyar la cabeza y girarla hacia un lado para lograr relajar toda la musculatura cervical. De vez en cuando puede hacer balancear hacia delante y hacia atrás la pelvis o hacia la izquierda y hacia la derecha para encontrar la posición mejor para lograr aliviar el dolor en la medida de lo posible y seguir con las contracciones.
Al ponerse en cuclillas la apertura de la pelvis aumenta hasta en un 30% pudiendo también tener una movilidad notable de ésta, aunque no todas se sienten cómodas con ella ya que puede resultar embarazosa para algunas mujeres, especialmente si deben permanecer desnudas.