Muchos son las opciones desconocidas por la mayoría de nosotros para conseguir que nuestro menú diario resulte mucho más saludable y jugoso si tenemos en cuenta unas sencillas recomendaciones.
Cocinar de una manera sana
La pechuga del pollo es la parte más seca de esta ave pero que se puede remediar si la marinamos previamente con hierbas y especias para después marcarla ligeramente en una sartén y terminar de cocinarla en el horno. Esta es una forma igual de sana que si la cocináramos al horno pero con la que conseguimos que la carne no se nos reseque.
Para conseguir unas deliciosas albóndigas con un ligero toque oriental tan sólo será necesario añadir una pizca de curry a la carne picada y otro poco en la salsa, de esta manera la receta nos resultará mucho más aromática.
Comer hamburguesas no tiene por que ser poco saludable siempre que las preparemos nosotros mismos, picando carnes que contengan pocas grasas como la de pavo o de pollo y las mezclemos con hierbas provenzales. En el momento de ir a cocinarlas las podemos mezclar con hierbas provenzales con la ayuda de un pincel de cocina untado previamente en algo de aceite de oliva virgen para después pasarlas por la plancha. Si tostamos un bollo de pan integral con algo de cebolla caramelizada conseguiremos un toque de sabor inigualable sin necesidad de recurrir a ningún tipo de salsas.
A la hora de preparar una macedonia de frutas debemos evitar añadirle piña o melocotón en almíbar ya que hacen que pierda una de las principales virtudes de este postre: la de ser ligero y nutritivo. De cualquier forma, si añadimos demasiadas variedades de frutas es muy probable que acabemos tomando más de las que necesitemos. Con sólo tres frutas y un poco de zumo de naranja, conseguiremos la macedonia ideal.
Comidas más saludables y sabrosas
Conseguir una pasta con un ligero toque picante a la vez que con mucho sabor, será necesario dejar un ajo hasta que se poche en una sartén con una cuchara de aceite de oliva y en el momento en que empiece a tomar color, añadirle unas hojas de perejil bien picado y dos guindillas partidas Cuando todo esté bien dorado se retira del fuego y se añade la pasta mientras se mezcla bien para que coja todo el aroma.
Las hortalizas que tienen mucha agua como los tomates o los champiñones deben siempre asarse a temperaturas que no superen los 180 grados centígrados para evitar que el jugo que desprenden no se queme. Si las cocinamos junto con carne es probable que ésta tarde más hacerse pero en cualquier caso resultará mucho más sabrosa.
Una alternativa más ligera y mucho más saludable que la de añadir mantequilla al pan es aplastar la pulpa de un aguacate bien madura con un tenerlo al que añadiremos aceite de oliva virgen y un poco de sal. En el caso de preferir la mantequilla como complemento de cualquier plato es conveniente evitar quemarla antes en la sartén ya que es preferible derretirla a fuego lento y mezclarla posteriormente con el ingrediente que vayamos a cocinar.