El embarazo es una etapa importante en la vida de la mujer tanto a nivel emocional como físico. Mantener la salud de la madre y del bebé son objetivos indispensables que se cumplen a través de diversos estudios y análisis que permiten detectar cualquier anormalidad. Durante el transcurso del embarazo suelen realizarse una serie de análisis denominados «de rutina». Todos ellos destinados a prevenir cualquier tipo de problema tanto en la salud de la mujer como del bebé. Análisis de sangre y orina como el de Triple Screening son fundamentales ni bien se ha detectado el embarazo.
El análisis de sangre se realiza, como rutinario, en cada uno de los trimestres de la gestación y su objetivo principal es no solo conocer el grupo sanguíneo de la futura mamá sino cuál es su situación en relación a su sistema inmunitario, imprescindible para detectar por ejemplo diabetes gestacional, alguna enfermedad de tipo infecciosa e inclusive anemia.
Asimismo, a través de este simple análisis de sangre es posible detectar enfermedades como toxoplasmosis y rubéola.
Por otra parte, el análisis de orina puede llevarse a cabo, una vez detectado el embarazo por medio de un test casero, como una forma de confirmación del mismo. Asimismo, sirve para establecer tanto la presencia como el porcentaje de proteínas en el organismo y de ciertas bacterias que pueden en el futuro complicar el embarazo.
A su vez, si se encuentran proteínas en la orina de la mujer en la ultima etapa del embarazo esta puede ser una señal de presión arterial elevada, que será necesario controlar.
La diabetes gestacional y la presencia de acetonas, que indican carencia de azúcar, se pueden también detectar a través de un análisis de orina.
Por su parte el denominado Triple Screening es un análisis de sangre que se realiza a la madre y tienen como finalidad determinar de forma fehaciente si existe alguna posibilidad que el bebé pueda presentar alguna alteración en los cromosomas, siendo además aceptada por los especialistas, ya que a diferencia de otras se trata de una prueba no invasiva.
A pesar que no es posible a través del Triple Screening realizar un diagnóstico de todas las alteraciones que puede tener el feto, constituye un aviso de alerta sobre el riesgo de padecer alguna de ellas. Generalmente se realiza en combinación con una ecografía del pliegue nucal.
Una de las alteraciones que este estudio permite detectar por ejemplo. es que el bebé sufra de malformaciones del tubo neuronal o también Síndrome de Down. Esto puede advertirse a través de la aparición de ciertas hormonas y también algunas proteínas específicas.
En la actualidad estos tres análisis son realizado a todas las embarazadas y en especial el de Triple Screening que los especialistas recomiendan se efectúe entre la semana 9 a 11 y en el segundo trimestre entre la semana 14 a 16. Sumadas a estas pruebas rutinarias el médico puede solicitar otros análisis o estudios adicionales que sirvan de complemento de los análisis básicos.
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