Todo lo que necesitas saber sobre las tronas

Cuando llega el momento de pasar a la trona desde los brazos de mamá para que el niño ya pueda comer solo, es importante tener en cuenta una serie de aspectos para elegir la más correcta. Todo lo que necesitas saber sobre las tronas

La trona

Este producto tan indispensable en esos primeros años de vida del niño y que puede ser utilizado a parte de los seis meses de edad, o sea a partir de momento en que el bebé puede ya permanecer sentado por sí mismo, debe cumplir una serie de requisitos para que cuente con una cómoda posición tanto para jugar, para disfrutar de momentos de descanso y por supuesto para tomar sus papillas.

Si se encuentra regulada en su medida justa, la mamá podrá dar la comida a su hijo cómodamente mientras ella puede permanecer sentada y sin necesidad de tener que efectuar movimientos demasiado forzados. Si la trona cuenta con una bandeja, esta servirá de mesa para que el pequeño pueda comer así como de superficie donde apoyar sus juguetes.

En el momento en que el niño sea algo más mayor podemos quitar la bandeja y el niño podrá disfrutar de su comida en la mesa con los más mayores con completa seguridad mientras permanece sentado en su trona.

Material de las tronas

Además de que sea funcional y práctica, una trona puede estar fabricada de diferentes materiales que cumplirán en cualquier caso diferentes objetivos.

Por ejemplo las tronas de plástico resultan muy higiénicas, sólidas y muy ligeras mientras que las de madera, además de combinar con cualquier decoración, duran mucho tiempo, estando sus partes acolchadas forradas de PVC que es un material atóxico y lavable o de algodón, un tejido que favorece la transpiración.

Características de las tronas

Pueden ser fijas o plegables. Las primeras son una perfecta solución siempre que se tenga suficiente espacio mientras que las plegables pueden guardarse en cualquier sitio de la casa y transportarse fácilmente si se desea sacarlas de casa.

También existen tronas regulables que permiten ir adaptando el asiento a las necesidades del pequeño y que pueden llegar a convertirse en sillas.

De igual manera hay tronas con un respaldo reclinable para que el pequeño pueda adoptar posiciones más cómodas que le permitan descansar también durante un rato, pero hay que tener en cuenta que una trona, aún de estas características, no puede sustituir jamás a la cuna donde se debe acostar al pequeño en caso de que se quede dormido de verdad.

Seguridad ante todo

Aunque las ruedas en una trona nos permitirán desplazar ésta mucho más cómodamente pueden llegar a resultar peligrosas. La solución ideal la constituye la utilización de tronas con dos ruedas para que quede bloqueada pero que a su vez permita efectuar si es necesario, pequeños desplazamientos con tan sólo elevarla un poco.

Todas las tronas así mismo deben contar con correas  para asegurar que los niños no puedan caerse pero que a la vez les permitan moverse con comodidad.

Así mismo todos los cantos de la trona tienen que ser redondeados y no tener ningún tipo de parte empotrada con las que pueda pillarse las manitas el niño.

La trona

Este producto tan indispensable en esos primeros años de vida del niño y que puede ser utilizado a parte de los seis meses de edad, o sea a partir de momento en que el bebé puede ya permanecer sentado por sí mismo, debe cumplir una serie de requisitos para que cuente con una cómoda posición tanto para jugar, para disfrutar de momentos de descanso y por supuesto para tomar sus papillas.

Si se encuentra regulada en su medida justa, la mamá podrá dar la comida a su hijo cómodamente mientras ella puede permanecer sentada y sin necesidad de tener que efectuar movimientos demasiado forzados. Si la trona cuenta con una bandeja, esta servirá de mesa para que el pequeño pueda comer así como de superficie donde apoyar sus juguetes.

En el momento en que el niño sea algo más mayor podemos quitar la bandeja y el niño podrá disfrutar de su comida en la mesa con los más mayores con completa seguridad mientras permanece sentado en su trona.

Material de las tronas

Además de que sea funcional y práctica, una trona puede estar fabricada de diferentes materiales que cumplirán en cualquier caso diferentes objetivos.

Por ejemplo las tronas de plástico resultan muy higiénicas, sólidas y muy ligeras mientras que las de madera, además de combinar con cualquier decoración, duran mucho tiempo, estando sus partes acolchadas forradas de PVC que es un material atóxico y lavable o de algodón, un tejido que favorece la transpiración.

Características de las tronas

Pueden ser fijas o plegables. Las primeras son una perfecta solución siempre que se tenga suficiente espacio mientras que las plegables pueden guardarse en cualquier sitio de la casa y transportarse fácilmente si se desea sacarlas de casa.

También existen tronas regulables que permiten ir adaptando el asiento a las necesidades del pequeño y que pueden llegar a convertirse en sillas.

De igual manera hay tronas con un respaldo reclinable para que el pequeño pueda adoptar posiciones más cómodas que le permitan descansar también durante un rato, pero hay que tener en cuenta que una trona, aún de estas características, no puede sustituir jamás a la cuna donde se debe acostar al pequeño en caso de que se quede dormido de verdad.

Seguridad ante todo

Aunque las ruedas en una trona nos permitirán desplazar ésta mucho más cómodamente pueden llegar a resultar peligrosas. La solución ideal la constituye la utilización de tronas con dos ruedas para que quede bloqueada pero que a su vez permita efectuar si es necesario, pequeños desplazamientos con tan sólo elevarla un poco.

Todas las tronas así mismo deben contar con correas  para asegurar que los niños no puedan caerse pero que a la vez les permitan moverse con comodidad.

Así mismo todos los cantos de la trona tienen que ser redondeados y no tener ningún tipo de parte empotrada con las que pueda pillarse las manitas el niño.