Uno de los problemas más habituales en los bebés son los cólicos. Esto es debido a que su sistema digestivo todavía no está maduro, lo que provoca que tengan a lo largo del día períodos de llanto muy largos.
Es importante que el niño sea examinado por un pediatra para asegurarse de que no tienen ningún problema con la alimentación que sea la causante de su llanto. Una vez se ha descartado esta posibilidad y verdaderamente sean cólicos, se pueden probar algunas estrategias que te van a ayudar a evitar este problema.
¿Cómo evitar cólicos en bebés?
El 40% de los cólicos es debido a los gases. Estos son provocados por dos motivos: uno porque cuando la leche llega al estómago se mezcla con sus jugos gástricos y por tanto se fermenta, y otra, cuando el pequeño al comer, traga aire involuntariamente.
La ansiedad de la madre también influye en la irritabilidad del pequeño, ya que al no saber hacer frente a los episodios interminables de llanto, se angustia y lo intenta calmar con técnicas que no son las adecuadas. Por eso vamos a dar algunas para evitar los dichosos cólicos infantiles.
Alimentar al bebé semisentado
Cuando el alimento consumido por el niño se encuentra en el estómago, se mezcla con los ácidos gástricos y estos pueden volver hacia el esófago llegando en forma de vómito a la boca o volviendo al estómago. En cualquiera de los dos casos, el pequeño se verá alterado.
Para evitarlo lo mejor es que coman semisentados cuando estén tomando el biberón o el pecho. Con el primero, recuerda elevarlo bien para evitar que trague más aire del debido y los gases aumenten.
Usar un biberón con flujo regulado
Hay que procurar que el biberón tenga un chupón regulador de flujo para evitar que trague aire mientras está comiendo. Si le das el pecho, lo ideal es hacer pausas pequeñas cada quince minutos y cambiar de pecho.
Después de todas las tomas, hay que sacar los gases y para ello lo mejor es colocar boca abajo al bebé y darle palmadas suaves en la zona superior de su espalda. Un masaje en sentido a las manecillas del rejo, ayudan a aliviar también los cólicos.
Sacar los gases con frecuencia
Si el bebé mientras come se mueve mucho, llora o suelta el biberón o el pecho, habrá que ayudarle a expulsar los gases. Para ello coloca sobre tu hombro una toalla por si expulsara por la boca la comida. Pone al bebé sobre el pecho asegurándote de que la barbilla la tenga bien apoyada en el hombro. con una mane sujeta su cabeza y con la otra da pequeñas palmadas sobre la espalda o frotándosela, para que elimine los gases.
Acuesta al bebé correctamente
Otra técnica para evitar un cólico es la manera en la que acuestas al bebé. Deberá dormir de layo y apoyado sobre dos almohadas, una de ellas colocada por delante y la otra por detrás, de tal manera que no quede ni boca arriba ni boca abajo.