La música es una de las actividades que llama la atención a los pequeños y el poder lograr componer sus propios sonidos, es algo que los llena de mucha felicidad, así que los padres deben motivarlos y encontrar herramientas con las que se diviertan mientras crean sus propias canciones. Los niños pueden hacer cualquier cosa en casa y llamar la atención de sus padres, pues es así como empiezan a ver sus inclinaciones y gustos, además de talentos y capacidades. Uno de los que más gustan en la música y aunque cuando grande no lo sea, puede que a esa edad los divierta y de paso, entretenga a toda su familia, por eso es bueno crearle rutinas de estimulación musical y alimentar su inteligencia.
En realidad el oído es uno de los sentidos que más trabajan los pequeños y que puede llegar a tener muchos alcances, porque desde el vientre, es el que más se trabaja y es así como reconoce sonidos y a sus padres, incluso dentro de la panza de la mamita, reaccionando con patadas u otro tipo de movimientos. Cuando él bebe ha nacido, es fundamental hablarle con amor, con palabras dulces y si es posible con una especie de cánticos entre las frases, para que se sienta amado y para que de paso, genere un desarrollo en sus emociones y en este sentido auditivo. Después de los tres meses ya crea sus propias definiciones o conceptos de los sonidos que escucha y pasados los seis tiene la capacidad de crear música con cualquier objeto que se encuentre, entonces a los padres lo que les queda es ayudarlo con algunos elementos para que sea más fácil trabajar en su creatividad, alimentar su imaginación y experimentar de diferentes maneras.
– Nada mejor que las ollas y cacerolas, pailas y tapas de ollas para crear un concierto perfecto para padres e hijos. Aunque para algunas personas sea estresante, hay que dar la oportunidad al pequeño de crear nuevas emociones y experiencias, de que se sienta felices por un sonido compuesto por él, de que desarrolle su sistema auditivo y psicomotor. Puede ser a cualquier hora del día, pero mejor si acompaña a las madres mientras prepara la cena o el almuerzo.
– Porque no hablar con una canción? Pues puede ser una nueva manera de comunicación que seguramente entretendrá al pequeño y no lo cansará. Pueden cantar una canción que exista o una canción que sus mentes compongan en menos de un minuto. Acompañar con tarareos o balbuceos, puede motivarlos mucho. Este tipo de actividades, puede ayudar a entender lo que dicen y a comprender y pronunciar nuevas palabras.
– Los cascabeles suelen llamar su atención cuando los escuchan, pero una manera de que se sientan más entretenidos con ellos, es atarles un par a los pies y que mientras saltan, corren, caminan o bailan, los cascabeles los acompañen con su música. E el caso de los más pequeños, será algo totalmente nuevo y lo que harán es sonreír o estallar a carcajadas cada vez que sus pies hagan sonar los cascabeles.