Existen una serie de signos que pueden ayudar a reconocer si el parto está próximo. A continuación te los detallamos para que puedas sentirte más segura cuando llegue ese momento.
Desprendimiento del tapón mucoso
En el momento en el que el cuello del útero empieza a dilatarse es cuando se desprende el tapón mucoso, consistente en una sustancia viscosa y espesa que es secretada por las glándulas que se encuentran en el canal cervical y que hasta ese momento se encontraba bloqueando la entrada hacia el cuello del útero para que el feto estuviera protegido de cualquier posible infección.
Si solamente se ha desprendido el tapón, no es imprescindible que se acuda al hospital, ya que puede suceder incluso varios días antes del momento del parto, pero sí que es conveniente consultar con el doctor, ya que al desaparecer éste, el útero está expuesto a infecciones, como ya hemos comentado.
Bolsa de aguas rota
Debido a la presión que la cabeza del feto ejerce o bien debido a las primeras contracciones, la bolsa del líquido amniótico se rompe. Cuando la rotura de esta bolsa se produce con la expulsión del líquido amniótico, es decir, cuando se “rompe aguas”, sí que se debe acudir al hospital ya que esto sucede antes del parto o en la primera fase de éste. Aunque una pérdida ligera no tiene importancia, se recomienda acudir de igual manera a la clínica para que se realice un control.
Las contracciones comenzarás entre doce y catorce horas a partir del momento en que se ha roto la bolsa. Si no sucediera así, el doctor podrá inducir el parto para que no existan futuras complicaciones.
Descenso del bebé
En el último mes de embarazo, el ginecólogo irá comprobando si el feto se encuentra ya encajado, o sea, si su cabeza ya ha descendido hasta la zona más baja de la pelvis, que es donde se coloca para recorrer el canal del parto cuando el momento llegue. En las mamás primerizas esto suele suceder unas semanas antes, pero en las mujeres que ya han sido madre antes, dicho encajamiento se produce muy a menudo poco tiempo antes de comenzar el parto.
Contracciones regulares
Cuando aparecen contracciones que van creciendo en intensidad y a intervalos regulares, quiere decir que el proceso de dilatación ha comenzado, y con él, el parto.
Es necesario no confundir dichas contracciones con las conocidas como Braxton Hicks o “falsos dolores de parto” y que aparecen durante el último trimestre del embarazo o incluso algo antes. El objetivo de estas últimas contracciones, que no son dolorosas y cuyo ritmo es irregular, es el de preparar al útero para el momento del parto.
Además para distinguirlas es recomendable cronometras las contracciones. Si es un parto “falso”, las contracciones irán sucediéndose en intervalos irregulares y pasarán más de cinco minutos entre unas y otras. Por el contrario, las contracciones de parto, son regulares, sucederán cada cinco minutos o incluso menos y durarán entre treinta y setenta segundos cada una de ellas. Además aunque la futura mamá intente caminar o cambiar de posición, no desaparecerán.