Muchas veces hemos oído la recomendación de los expertos que aconsejan beber de dos litros a dos litros y medio de agua al día en condiciones normales, pero si se realiza cualquier tipo de ejercicio físico que requiera cierta intensidad, esta cantidad puede duplicarse. Cómo nutrir y oxigenar los músculos durante el ejercicio físico
La práctica, tan saludable, de cualquier ejercicio físico debe ir acompañada en cualquier caso de una vigilancia especial sobre todo en cuestión de hidratación. El no ingerir suficiente líquido a la hora de hacer deporte puede llegar a reducir la capacidad del organismo para llevar el suficiente oxígeno y los nutrientes necesarios a los músculos que se encuentran en activo, además de empeorar la capacidad de termorregulación que se traduce en una disminución del rendimiento físico, así como en mareos, somnolencia o cefaleas a la vez que puede subir de una manera peligrosa la temperatura corporal de la persona que lo practica.
Cuando hacemos deporte y sudamos, el ingerir una pequeña cantidad de agua puede hacer que desaparezca la sensación de sed, algo que no implica en ningún caso, que nuestro organismo tenga la correcta hidratación, por lo que es recomendable beber entre 200 y 200 mililitros de agua cada 20 minutos durante la duración del ejercicio y una vez se haya terminado, ingerir el equivalente al peso que se haya perdido durante la actividad, pero multiplicado por 1,2, aún en el caso de que no se tenga necesidad de beber, por lo que es recomendable tener siempre una botella de agua o de cualquier otro líquido saludable a mano.
Cuando hidratar el organismo a la hora de hacer ejercicio
Antes, durante y después, como ya hemos comentado, de hacer cualquier tipo de ejercicio físico que conlleve un gasto extra de energía, es necesario hidratarse adecuadamente, ya que de esta manera se puede recuperar de una manera natural, el equilibrio de la temperatura corporal, que se pierde durante la práctica de cualquier deporte, a la vez que mejora el rendimiento físico y reduce la fatiga que se origina durante y después de llevar a cabo algún ejercicio físico.
Pero no es imprescindible reponer líquidos solamente con agua. También se puede recurrir a bebidas preparadas especialmente para los deportistas, que aparte de hidratar el organismo, consiguen aportar glucosa y facilitar la absorción del agua, sobre todo cuando la duración del ejercicio supera los 45 minutos o es de una intensidad elevada.
Zumos naturales e infusiones que resultarán más agradable a la hora de ser ingeridos que un sencillo vaso de agua, también son una buena opción para hidratar el organismo tras una sesión deportiva y por supuesto evitar el consumo de alcohol durante y después del ejercicio es algo fundamental, ya que podría favorecer la diuresis, es decir, la eliminación excesiva de orina.