A poco más de un mes de embarazo, seguramente muchas mujeres ya se encuentran celebrando la noticia. Es un momento de cambios radicales tanto corporalmente como en la vida personal de la mujer y su pareja. Por eso, para comprender mejor lo que sucede en este período, a continuación se explican los síntomas que se presentan y el desarrollo del bebé. ¿Qué síntomas se presentan?
En el exterior el cuerpo aún no se denota la misma revolución que sucede en su interior, a excepción de la rigidez en los senos y su cambio de color. El abdomen sigue sin cambiar mucho, quizás las más sensibles identifiquen un poco de hinchazón, aunque es más bien confundible con una indigestión. Incluso en esta etapa la cantidad de mujeres que ignoran su embarazo es considerablemente alta, el peso en sí se mantiene y físicamente no hay ningún otro cambio.
Por el contrario, las nauseas siguen en su apogeo, tal vez se presente falta de apetito por dichos malestares, no obstante es muy importante no dejar de comer, pues la misma sensación de hambre aumenta el asco. Los alimentos salados pueden ayudar a minimizar este malestar así como los cítricos, sin embargo cada cuerpo es diferente y una misma debe identificar qué es más apetecible en esta etapa.
Entre la nueva noticia y el revuelo hormonal que se experimenta al inicio de un embarazo, el constante y repentino cambio de humor es casi inaguantable tanto por la embarazada como quienes la rodean. La recomendación es simple, tomarse un tiempo para asimilar el cambio, así como la responsabilidad y significado que trae un bebé consigo. Hablar sobre lo que se teme o se espera con la familia, la pareja y un buen médico ayuda mucho a la madre a desahogarse, esta sensación claro se espera que mejore mientras las hormonas vuelven a un estado más tranquilo.
Desarrollo del bebé
Con cuatro semanas de vida, el pequeño embrión luce como la figura de un pequeño camarón midiendo aproximadamente escasos 5 milímetros. Lo que será su cabeza es mucho más grande que el resto del cuerpo, se notan algunas manchas de lo que serán los ojos, la nariz y boca, en lo que serán sus extremidades apenas sobresalen unos muñones de piel.
Para tener presente
Los pequeños sangrados son normales en esta etapa, aún así si se sospecha algo extraño o una hemorragia mayor, lo mejor es acudir al médico, pues también la probabilidad de aborto espontáneo es aún muy elevada.
Si bien la familia cercana y obviamente la pareja serán los primeros en saber, se recomienda informarle a terceras personas una vez pasados los tres meses, tiempo en que el embrión está bien implantado y el embarazo se torna más seguro.