El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa, por lo que padecer durante el embarazo sarampión es algo que no ocurre con demasiada frecuencia puesto que muchas mujeres ya lo han pasado durante su infancia y han desarrollado inmunidad a esta enfermedad de por vida. En caso contrario hay una vacuna contra el sarampión que pude administrarse incluso hasta tres meses antes del embarazo.
La infección con el virus del sarampión
Aunque durante el embarazo es poco frecuente este contagio, como ya hemos dicho, sí que lo es en colegios y en guarderías. Y es que este virus es un patógeno muy contagioso que se presenta en niños y adolescentes principalmente. Es una infección que se transmite por unas gotas de saliva en el aire y después de unos catorce días, comienzan a aparecer los primeros síntomas. Una vez se ha diagnosticado esta enfermedad, se tiene inmunidad para siempre. Si no la has pasado y estás buscando un embarazo, deberías plantearte el vacunarte.
Síntomas del sarampión
Los primeros síntomas son muy parecidos a los de una gripo con catarro, dolores de cabeza, fiebre o bronquitis. Pero los signos típicos de la enfermedad son unas pequeñas manchas blancas en el interior de las mejillas generalmente y una erupción rojiza que empieza en la región de la cabeza y puede llegar a extenderse por todo el cuerpo.
Complicaciones durante el embarazo
Una infección durante el embarazo de sarampión no llega a ser tan crítica como puede serlo la rubeola, pero aún así, aumenta el riesgo de muerte fetal o de aborto involuntario. La razón puede ser una infección en la placenta que puede llegar al niño muy fácilmente e infectarse con este virus.
Para la madre, al tener el sistema inmunológico más debilitado, pueden afectarla otras enfermedades como diarrea, infecciones en los pulmones, en los oídos o incluso en el músculo cardíaco.
Prevención y tratamiento del sarampión durante el embarazo
Para saber si tu cuerpo se encuentra protegido contra el sarampión antes de quedarte embarazada, existe una sencilla prueba de sangre en la que si no se encuentran los anticuerpos adecuados, es aconsejable vacunarse, a ser posible, antes de tres meses del comienzo del embarazo.
Para la vacuna del sarampión se usa una muestra de virus vivos debilitados que se inyectan en el organismo para que lo combate y pueda desarrollar inmunidad. Tienes que tener en cuenta que durante el embarazo el sistema inmunológico es más débil por lo que vacunarte durante este período puede llegar a ser peligroso tanto para ti como para el bebé.
Si no eres inmune y no te has vacunado, deberías olvidad visitar a los enfermos infectados con este virus durante el embarazo. Si has tenido contacto con alguien que esté enfermo de sarampión, con una inmunización pasiva inmediata, el patógeno puede ser combatido. Para ello se te administrará inmunoglobulina, es decir, una dosis de anticuerpos extras para luchar contra el virus.