Aunque la leche es un alimento extremadamente nutritivo, no significa que se tenga que abusar de ella. Descubre las cantidades que son recomendables tomar para evitar problemas.
El consumo de leche
Durante muchas generaciones se ha ido transmitiendo que la leche ayuda en el crecimiento de los pequeños, y aunque no es totalmente cierto, ya que en el crecimiento son varios los factores que intervienen, tampoco es del todo falso ya que la leche es muy rica en nutrientes. Es más, este alimento es el único que tomándolo exclusivamente asegura un desarrollo adecuado del bebé como mínimo durante sus seis primeros meses de vida.
A partir de su sexto mes de vida es común que el niño empiece a degustar otra serie de alimentos y su dieta se vaya diversificando, reduciendo por consiguiente el número de las tomas de leche. Durante sus primeros años bastará con que consuma dos raciones diarias de leche, y a partir de su edad escolar, con dos o tres bastará para que se encuentre bien nutrido. Hay que tener en cuenta que a la hora de contabilizar las raciones de leche que consume el niño, hay que saber que los batidos y los derivados de los lácteos como el yogur, las natillas o el queso, también contienen este alimento.
¿Tomar mucha cantidad puede ser un problema?
Al tratarse de un alimento excelente, se puede pensar que cuanta más cantidad se tome, más nutrido estará el niño, pero no. Un consumo excesivo de leche puede llegar a acarrear ciertos problemas. El primero de ellos que la dieta se vuelva muy monótona y el segundo, si en el postre en lugar de tomar una pieza de fruta se toma un producto lácteo, el pequeño tendrá más papeletas para sufrir estreñimiento ya que el calcio no permite absorber bien el hierro. Además si se consumen productos lácteos muy a menudo, se ingieren más azúcares y grasas saturadas de lo que se aconseja.
¿Qué tipo de leche se debe consumir?
Hasta su segundo año de vida se aconseja tomar leche entera porque el pequeño necesita para su crecimiento las vitaminas y las calorías que la grasa de la leche proporciona. A partir de esa edad no pasa nada por empezar a consumir leche semi desnatada. En cualquier caso, existen países como Estados Unidos por ejemplo, en los que el consumo de leche semidesnatada y desnatada es casi una obligación a partir de los dos años de vida, debido a la alta tasa de obesidad que tienen allí.
¿Qué aporta la leche?
Debes saber que la leche aporta proteínas que cuentan con un alto valor biológico, hidratos de carbono, grasas, vitamina A y B, minerales como el fósforo y especialmente calcio, elemento imprescindible para que los huesos y los dientes de los pequeños se desarrollen como deben.
En definitiva, la leche es un alimento que no debe faltar en la dieta de un niño, pero como en todos los casos, debe ser consumida sin abusar de ella.