Llega fin de año y con él los festejos de todo tipo que incluyen los fuegos artificiales y el uso de pirotecnia que genera ruidos molestos y que alteran tanto a los bebés como a los niños pequeños
Nocivos para el sistema auditivo de los niños como también de muchos adultos incluyendo a las mascotas de la casa que suelen sufrir crisis nerviosas, la exposición a este tipo de ruidos puede ser la causa de trastornos graves como zumbidos, pérdida de audición y en la mayoría de los casos alteraciones en el sueño normar de los niños.
El sistema nervioso es alterado ante ruidos muy fuertes y emitidos de forma constante. Por ello, si un niño es expuesto a este tipo de sonidos puede sufrir lesiones en sus oídos según el dicho de los especialistas en el tema.
Estas lesiones se producen debido a la vibración intensa que estos ruidos generan y es importante consultar al especialista cuando un niño pequeño se queja de molestias como zumbidos en sus oídos durante un tiempo considerables, ya que ese problema puede derivar en la pérdida de la audición tanto transitoria como permanente.
Prevenir estos problemas es fundamental evitando exponer a los bebés y niños pequeños a los típicos ruidos que causan por ejemplo el uso de pirotecnia en épocas de fiestas. No debe olvidarse que muchas lesiones en el oído pueden tener un efecto acumulativo.
Es fundamental asegurarse que los niños se encuentren lejos de los sitios donde se arrojan tanto fuegos artificiales como bombas de estruendo y demás artículos de pirotecnia que se caracterizan por el ruido intenso. También, es aconsejable colocarles protectores de oído o en su defecto pequeños tapones hechos de algodón y dejar a los niños en ambientes donde los ruidos intensos no penetren con tanta intensidad.
Asimismo, en algunos casos los bebés pueden ver afectado su sistema nervioso teniendo en cuenta que para ellos estos ruidos son invasivos, ya que no pueden distinguir aún todo lo proveniente del mundo exterior y ante estos factores extraños se exaltan de forma inusitada, con crisis de llanto sufriendo luego trastornos para conciliar el sueño.
Los más afectados por los ruidos intensos son los niños menores de un año y sobre todo cuando el sonido de los cohetes excede los 90 decibeles ya que producen dos tipos de lesiones que son la hipoacusia, provocada por el ruido constante y el trauma acústico que produce daños en el oído interno, que en la mayoría de los casos son permanentes, produciendo en ciertas situaciones la llamada hipoacusia parcial.
Cabe recordar que el oído posee una protección natural que sirve para resguardarlos de los ruidos intensos pero en el caso de esto elementos pirotécnicos esa protección no tiene el tiempo suficiente para actuar.
Síntomas como zumbido, vértigo, perforación del tímpano y pérdida de audición son las consecuencias que pueden sufrir los niños expuestos a estos ruidos, de allí la importancia de preservarlos a su exposición sobre todo en lugares donde se desarrollan eventos con pirotecnia que tienen una duración considerable.
Foto Vía: SXC