El tartamudeo no está considerado como un trastorno demasiado grave y tan sólo suele ocurrir en un 1 por ciento de los niños, siendo en la mayoría de los casos un problema heredado más común entre los varones que entre las mujeres.
Cómo se presenta el tartamudeo
Este trastorno se caracteriza por una repetición frecuente de sílabas, sonidos o palabras o la prolongación de éstas, que llega a ocasionar la falta de una fluidez normal en el lenguaje.
Suele aparecer aproximadamente entre dos edades muy críticas que son entre los dos y tres años de edad y hacia los seis años, que es cuando se le empieza a exigir al niño su primera adaptación social. De cualquier manera también puede hacer su aparición en la adolescencia por primera vez, etapa en la que los factores emocionales suelen acentuarse.
Entre sus características más comunes se encuentra como ya hemos dicho una repetición frecuente de sonidos, de palabras cortas o de sílabas, titubeos constantes y pausas a la hora de hablar, temblor en la mandíbula o en los labios, sin articular ningún sonido, prolongación de éstos, esfuerzos al intentar pronunciar palabras, temor al hablar, sudoración, rubor facial y trastornos respiratorios que suelen manifestarse en forma de bloqueos espiratorios o inspiratorios.
Causas del tartamudeo
Hoy en día no se conocen las causas posibles del tartamudeo y siempre dependerán de cada caso particular. Aún así, se sabe que aquellos niños más ansiosos o tensos suelen manifestarlo y que algunos de los factores que pueden llegar a desencadenarlo son la herencia, los niños que sufren excitación, estrés o fatiga trastornos emocionales como una sobreprotección de los padres, disputas entre ellos o una rivalidad entre hermanos, falta de atención en su entorno lo que hace que el niño quiera llamar la atención tartamudeando, una preocupación excesiva por este defecto del niño por parte de los familiares o una ambiente con una disciplina exagerada y muy perfeccionista.
Cómo se puede tratar
El tratamiento se basa sobre todo en dar un gran apoyo al niño, ya que normalmente suele remitir de una manera espontánea entre el 50% de los casos y el 80% por lo que es primordial que los padres entiendan que es un cuadro transitorio y normal y que no deben presionar a sus hijos con constantes correcciones, ya que esa actitud sólo conseguirá que perduren durante más tiempo los síntomas.
En cualquier caso la primera medida a tomar es seguir un tratamiento consistente en una reeducación de esta insuficiencia linguo-especulativa, para conseguir que los niños puedan lograr un grado de madurez lingüística sin tartamudear.
De igual manera habrá que reeducar concretamente el aspecto clónico de este trastorno, es decir, la repetición convulsiva e involuntaria de las sílabas y el tónico, o sea, la imposibilidad de llegar a emitir algunas palabras durante un tiempo prolongado.
La ayuda de un especialista puede ayudar mucho tanto a los niños que sufren este tipo de trastorno como a los padres para enfrentarse a él.