La discriminación es desafortunadamente uno de los maltratos que mas sufren los niños y jóvenes en diversas partes del mundo y sobre todo aquellos de habla hispana. La discriminación es uno de los problemas más graves que vive hoy los niños y jóvenes en la sociedad y a veces por miedo no expresan lo que le pasa ni todo lo que tienen que vivir porque viven en distintas situaciones como ser de piel de color, tener padres homosexuales u tener algún defecto físico o incapacidad. Los jóvenes mas discriminados son los latinoamericanos y son los que presentan mayor problema en el rendimiento escolar, en el tipo de interacción e interrelación con otras personas y a veces es tan traumático que pueden dejar huellas durante su crecimiento y adultez.
El problema es que este tipo de problemas no es solo para los pequeños sino también para los padres, pues no saben cómo asumir estas críticas y maltratos y hacer que el niño deje atrás todo lo que sufre diariamente. Pero desafortunadamente la única manera de enfrentar el problema de frente, es asumir que existe ese maltrato. Lo más grave de la situación es que los jóvenes y niños a quienes les preguntan por quienes son agredidos, responden que en un bajo porcentaje son personas de su misma edad pero quienes más lo hacen son los adultos que son irresponsables e inmaduros al ofender y humillar a los hijos de otros y evitando que se junten con los suyos.
Todos estos comportamientos generan inseguridad, miedo, daños en la autoestima y una introversión frente a los demás.Lo mejor y más rápido que puede hacer un padre en estas condiciones es orientar a su hijo, hablar con él, evitar que caiga en malos hábitos o malas compañías como salida a una aceptación necesaria. No hay que pasar el problema por alto sino enfrentarlo directamente y tratar de encontrar una solución viable, sin problemas, violencia u otro camino incorrecto. La autoestima es lo mejor que puede tener una persona y esta empieza y se refuerza en casa y lo más apropiado es no dejarla desaparecer, recordándole diariamente lo valioso que es, las cualidades que tiene, las cosas grandes y proyectos que pueden lograr y sobre todo que siempre contará con el apoyo de los padres.
A veces el hecho de sufrir de discriminación hace que las jóvenes pierdan la fe en su origen, en su cultura o en quienes los rodean y esto no puede pasar, pues no todos los demás lo hacen y no es cuestión de generalizar. Si es en el colegio, hay que buscar ayuda por parte de los profesores y y de las directivas para que también interfieran en el problema desde la raíz, es decir, los niños que ofenden y agreden y los padres de estos.