Hasta los cinco años los niños viven en un mundo fantástico que los motiva para contar mentiras, algo por lo que los padres no deben preocuparse. Pero si después de esta edad continúa diciéndolas, se deben tomar medidas y utilizar estrategias para que el pequeños empiece a diferenciar las verdades de las mentiras.
Y es que antes de los tres años de edad los niños dicen muchas cosas que para ellos son ciertas, mientras que los adultos no las entienden y las consideran mentiras. Un niño entre tres y cinco años de edad no es consciente de lo que está expresando no es cierto. Dicha conducta forma parte de su fantasía y de sus juegos por lo que no se le debe dar demasiada importancia. Pero si ya comienza a formar parte de su conducta habitual o si lo utiliza para conseguir su objetivo, habrá que empezar a tomar medidas.
A partir de los cinco años el niño ya empieza a tener conciencia y es capaz de diferenciar entre una mentira y una verdad. Pero lo cierto es que aunque estén madurando su conducta, todavía desconocen las consecuencias que la mentira implica.
Causas por las que tu hijo puede mentir
Entre las razones más comunes para que un niño falte a la verdad es para conseguir algo que desea o por el contrario, para evitar algo que no quiere. También puede ser por temor a un castigo, por la necesidad de aparentar ser mejor que los demás, por imitar a otras personas que mienten, por la necesidad de ser amado y aceptado o por dificulta para asumir su realidad.
Qué hacer si el pequeño miente
Una vez se sabe la causa que provoca que el niño mienta, habrá que usar alguna estrategia para eliminar esta conducta. Una de las principales será enseñar con el ejemplo y los padres deben de serlo instándole a que tome conciencia de la importancia que tiene ser sincero y de no utilizar la mentira con un recurso para intentar evadirse de las responsabilidades.
Debe de haber una comunicación clara y constante con los niños para poder explicarles cuál es la diferencia entre la mentira y la verdad, especialmente en una edad temprana. Hay que tener presente que omitir información igualmente es una manera de mentir.
En el momento en que se esté conversando con el pequeño, hay que crear una ambiente seguro para que pueda transmitir sus inquietudes con tranquilidad y confianza. Hay que reconocer el esfuerzo que para el niño significa decir la verdad, ya que no se puede olvidar que en algunos casos puede llevar un castigo por lo que haya hecho. Por eso es importante felicitarlo por decir la verdad haciendo hincapié en que la conducta que ha llevado a cabo no ha sido la correcto.
Hay que evitar castigar a los niños cuando no están siendo sinceros y en su lugar premiarlos cuando están diciendo la verdad. De esta manera comprenderán poco a poco que no es el comportamiento correcto y aprenderá lo que significa ser honesto.