La esquizofrenia es la enfermedad pisquiátrica por excelencia siendo una de las conductas más importantes y desconcertantes que pueda presentarse en un ser humano, porque carece de lógica y resulta incomprensible.
Definición de esquizofrenia
Aunque no existe una definición única de esquizofrenia podemos decir que ésta es una psicosis crónica que altera profundamente la personalidad y está caracterizada por una transformación profunda y progresiva de la persona que la padece, ya que llega a construirse un mundo propio donde el individuo llega a perderse en un caos imaginario. Por psicosis esquizofrénica se entiende un conjunto de trastornos en los que predomina la discordancia, la incoherencia verbal, la ambivalencia, las ideas delirantes, el autismo y las alucinaciones junto con perturbaciones de tipo afectivas profundas, dando lugar a un sentimiento de desapego y de extrañeza de los sentimientos.
Los porcentajes de esta enfermedad en la población oscilan alrededor de un 1% y en la que no se encuentra una diferencia significativa entre sexo, raza o cultura. La edad en que se suelen producir mayor número de ingresos hospitalarios por este trastorno, es entre los 15 y los 35 años de edad, si bien el inicio de la enfermedad ocurre sobre todo, entre los 18 y los 25 años.
El delirio
En el cuadro clínico de la esquizofrenia existen una gran cantidad de síntomas como son los trastornos del pensamiento y del lenguaje, formando éstos el primer nivel de esta enfermedad donde se observan alteraciones tan significantes como el delirio. Éste consiste es una idea errónea, absurda, patológica, incomprensible e imposible de corregir por medio del razonamiento. El delirio típico de la esquizofrenia es el paranoico. El enfermo se siente perseguido, acorralado y amenazado incluso de muerte, por personas y grupos con identidad real o imaginaria.
La presentación del delirio se acompaña de desconfianza, conductas sin sentido, humor delirante, depresión inicial y con matices de culpabilidad. En la primera fase delirante, la persona llegará a percibir las cosas externas de una forma diferente; llegando a parecerle más tarde, que todo gira en torno a él. El contenido del delirio se encuentra determinado por las experiencias pasadas y presentes del enfermo, ya que una persona que no tenga conocimientos por ejemplo, de religión, no podrá tener delirios relacionados con ésta.
El delirio puede aparecer de forma súbita en el que el paciente presiente un cambio profundo, notándose angustiado, inquieto y alarmado ya que percibe que el ambiente que le rodea es distinto y que puede producirse un cambio catastrófico. Se siente vigilado, controlado y nota que se le están enviando mensajes llegando incluso a sentirse responsable de los desastres que ocurren a su alrededor. Este tipo de delirio es conocido como primario.
Por el contrario también podemos encontrarnos con un tipo de delirio conocido como secundario que surge como consecuencia de acontecimientos que han impactado a la persona, como son los delirios de grandeza o de persecución. El esquizofrénico piensa y razona según sus propias reglas lógicas y aunque es posible que sea muy inteligente, sus pensamientos no conducen a conclusiones basadas en la realidad ya que no es capaz de diferenciar lo realmente importante de lo irrelevante.