A veces, con la edad, aparece en la cara un tipo de dermatitis que tiene mucho que ver con el estilo de vida y la alimentación que se lleva y que dan un tono rojizo característico a la piel y que es conocido en medicina como cuperosis. Definición de la cuperosis
La rosácea, también conocida como cuperosis, es un tipo de dermatitis crónica inflamatoria que afecta principalmente a la zona del centro de la cara y que se caracteriza por un enrojecimiento, que puede ser de tipo pasajero o permanente, acompañado en ocasiones de pústulas, pápulas, hinzhazón, quemazón, picor o capilares visibles. En ocasiones puede contribuir a bajar la autoestima lo que conlleva problemas de tipo psicológico importantes.
Este tipo de afección es más común en las mujeres y suele comenzar a exteriorizarse alrededor de los 30 años, siendo más frecuente entre las de 50 y 60 años. No existe un tratamiento definitivo y único ya que solucionar este tipo de problema es único para cada una de las personas que lo padecen, siendo la solución también algo individual. En cualquier caso siempre es conveniente la consulta de un especialista para encontrar el tratamiento adecuado a cada persona.
Indicaciones para combatir ese tono rojizo en la piel
Lo más importante es evitar los desencadenantes que lo producen como pueden ser los alimentos excesivamente fríos o calientes, bebidas excitantes como el café, el acohol, las bebidas carbonatadas, los cambios bruscos de temperatura, una excesiva exposición al sol, que en el caso de querer darse un baño de éste, jay que hacerlo siempre con una crema de un factor protector adecuado a cada tipo de piel. Un ambiente muy caldeado, los cosméticos y cremas exfoliantes que reducen el grosor de la piel al usarlos y que aunque no agravan el problema lo hacen más visible, son otras de las cuestiones a tener en cuenta para evitar este problema.
En algunas ocasiones puede llegar a ser útil el drenaje linfático e incluso operaciones con láser de pulso largo que pueden destruir los capilares más superficiales y ayudar a que desaparezcan estas antiestéticas machas. También hay procedimientos que mediante finas agujas destruyen parte del capilar y aunque este tratamiento cuenta con resultados inferiores al anterior, también resulta mucho más económico.
Consejos finales: nunca se ha de exprimir las pústulas porque es muy alto el riesgo de que nos quede una cicatriz permanente. Una buena limpieza facial también es básica para evitar la cuperosis. Evitar dormir con maquillaje y tonificar la piel durante la noche, puede ser un punto muy importante a nuestro favor a la hora de prevenir este tipo de transtorno facial.