Este trastorno conocido como anorexia está aumentando alarmantemente entre otras cosas, por el entorno social que premia las formas delgadas. Gran cantidad de adolescentes viven pendientes de su figura, del diámetro de sus muslos o de la inadecuada distribución de sus grasas.
Clínica de la anorexia
Un número importantes de personas anoréxicas padecen, de vez en cuando, una hambre desesperante que les lleva a la ingesta desmesurada de alimentos que se conoce bajo el nombre de bulimia. A estas crisis bulímicas les siguen estados de gran ansiedad, sentimientos de culpa, de desprecio por su falta de autocontrol y de odio a sí mismas y como creen que han engordado, vuelve a empeorar la autoimagen que tienen de sí mismas. Este comportamiento suele verse agravado porque se sienten avergonzadas de su conducta.
Es cuando aparece un nuevo comportamiento: los vómitos voluntarios. Esta acción permite regular la ingesta desequilibrada que se ha producido tras uno de esos ataques de ingesta voraz. Pero no se utiliza solamente tras la bulimia, ya que la persona anoréxica aprende a usarlo tras cualquier ingesta de alimento, por pequeña que sea, ya que llega un momento en que la sensación de que hay algo en el estómago les moleta y la mejor forma de hacerlo desaparecer es vaciándolo.
Suelen convertirse en expertas en temas de alimentación, ya que se informa de todo lo relacionado con el contenido calórico de los alimentos, las mejores dietas, los ejercicios físicos adelgazantes, etc. En estos momentos es fácil que descubran las ventajas del uso de diurético y de laxantes.
La preocupación por ingerir la menor cantidad posible de alimentos les lleva a rituales muchas veces obsesivos, como esconder la comida en los bolsillos, repartirla por el plato o almacenarla en la boca para escupirla después.
Llegan a creer que si aumentan su actividad física conseguirán disminuir el peso por lo que se dedican a dar largos paseos diarios o sesiones de gimnasia agotadoras.
Otra forma de aumentar el consumo energético es mediante la reducción de las horas dedicadas a dormir. Al principio puede ser una decisión voluntaria aunque al final es el mismo estado de inanición o incluso la depresión que padecen lo que provoca el insomnio.
Teorías que explican la anorexia
La anorexia en las mujeres ha sido atribuida a que la delgadez produce un aspecto infantil y en consecuencia, puede proteger contra los riesgos de ser adulto, lo que de alguna manera sería una negativa a crecer. Una sobreprotección generalizada hacia los hijos, las disposiciones genéticas, la búsqueda de personalidad, la inestabilidad emocional, la introversión, la ansiedad y el hecho de presentar obesidad o sobrepeso que explican el inicio de dietas desde épocas muy tempranas, son algunas de las teorías que se mantienen a la hora de explicar el origen de este tipo de trastorno alimentario.
No todas las personas tienen clara la gravedad de este problema y pueden a veces favorecer el comienzo de ella. Cuando a un chico joven, se le prescriben regímenes alimenticios radicales con fines estéticos, se le está provocando, en cierta forma, la aparición de este cuadro clínico, aunque está claro que esta actuación no será suficiente por sí misma para justificar la patología, pero sí que podrá suponer un elemento favorecedor.