Durante aproximadamente las seis semanas posteriores a dar a luz, el cuerpo de una mujer experimenta una serie de cambios que pueden llegar a ocasionar alguna molestia. El término puerperio que significa de origen ?guardar cama una semana??, se utiliza en la actualidad a este período que es lo que suele tardar en volver el cuerpo a la normalidad.
¿Por qué se producen los loquios?
Durante los días siguientes al parto se van expulsando restos de tejidos y de sangre que han quedado dentro del útero, en ocasiones en forma de coágulos. En un principio son rojizos y según van pasando los días, se van volviendo más claros hasta convertirse en amarillentos.
Suelen durar entre cuatro y cinco semanas y tienen un olor muy característico que no resulta desagradable, ya que si lo fuera, indicaría un proceso inflamatorio infecciones y habría que consultar cuanto antes con el ginecólogo.
Para aliviar este procese es necesario cuidar la higiene íntima lavando con jabón antiséptico y agua los puntos de la episiotomía si se ha realizado ésta. Es conveniente utilizar compresas de algodón y cambiarlas a menudo, olvidándose por completo de los tampones ya que favorecen que aparezcan infecciones.
Molestias en el pecho
La subida de leche puede llegar a provocar tirantez en los pechos así como dolor. Si no remite habrá que acudir al doctor ya que puede ser que el niño no mame bien y por consiguiente no vacíe el pecho correctamente por lo que éste se congestiona.
Una acumulación de leche puede llegar a provocar unas mastitis, inflamación del tejido glandular y mamario que puede ir acompañada de infección o no, y que suele afectar a un solo pecho y causar un dolor muy agudo acompañado de malestar general e incluso de fiebre.
Para que esto no suceda es fundamental vaciar el pecho por completo. Si el bebé no lo hace, será necesario utilizar un sacaleches. Es importante igualmente utilizar un sostén que esté bien ajustado y aliviar el dolor con paños calientes aplicados sobre y el pecho y con suaves masajes.
El útero
Al final del embarazo, el útero ya es tan grande casi como un balón de fútbol y llega incluso hasta las costillas. Hasta pasado el puerperio, es decir, las seis semanas o la cuarentena, como también se conoce a este período, no recupera el tamaño que tenía antes del embarazo.
Pocas horas después de haber dado a luz, el útero pesa aproximadamente un kilo. A los catorce días después del parte, su peso es de trescientos gramos aproximadamente y a las seis semanas ya es tan pequeño como una pera, pesando unos cincuenta gramos.
El sexo
Antes de reanudar las relaciones sexuales es aconsejable esperar unos cuarenta días. Si hay cicatrices en el periné debido a la episiotomía o a desgarros provocados en el parto, la abstinencia está todavía más justificada, ya que el coito puede llegar a retardar la cicatrización o incluso llegar a provocar infecciones. Es aconsejable que la matrona examine muy bien el suelo pélvico antes de retomar dichas relaciones.