Existen diversas prueban de las denominadas prenatales y entre ellas una no tan conocida es la denominada villus coriónico (CVS: Chorionic villus sampling) a través de la cual es posible determinar si el feto podrá tener o no ciertos defectos de nacimiento.
Se trata de una prueba que no se realiza a todas las mujeres embarazados ya que su ejecución conlleva un cierto riesgo de perder el bebé u otras complicaciones posibles y se realiza entre 10 y 12 semanas después de la última menstruación de la madre.
Esta prueba de CVS es utilizada cuando el médico prevé que existe algún riesgo considerable de que el feto posea defectos de nacimientos ya sean cromosómicos como genéticos y los padres exponen sus deseos de realizar una prueba que permita con rapidez obtener resultados.
Otra de las pruebas que puede diagnosticar este tipo de defectos de nacimiento es la amniocentesis pero recién es posible realizarla cuando el embarazo se encuentra entre la semana 15 a la 18, a pesar que hoy muchos médicos la practican inclusive a las 12 semanas de embarazo.
Entre las razones para recomendar la realización de un CVS se encuentran por ejemplo la edad de la madre, ya que el riesgo de tener un bebé con defectos cromosómicos aumenta con la edad de la madre, siendo el trastorno más común es el síndrome de Down.
También, la existencia de un defecto de nacimiento en un embarazo anterior incrementa las posibilidades en un próximo embarazo ya que si la pareja tiene un niño con una anomalía cromosómica o cualquier tipo de defecto de nacimiento de tipo genético es conveniente que la mujer se someta a la prueba del CVS.
Asimismo, los antecedentes familiares también deben tenerse en cuenta ya que si por ejemplo uno de los integrantes de la pareja los posee existe una mayor posibilidad de que sus hijos hereden algún trastorno genético.
Las pruebas prenatales tienen la ventaja se hacer posible un diagnóstico de todos los trastornos cromosómicos comunes pero no de los genéticos.
Los especialistas aconsejan no someterse a una prueba de CVS en caso de existir sangrado vaginal mientras se transita el embarazo o cuando existen antecedentes familiares de nacimientos de bebés con defectos del tubo neural ya que la prueba de CVS no permite diagnosticar este tipo de trastornos, que si es posible diagnosticar mediante la amniocentesis.
Para la realización de la prueba CVS será necesario tomar una pequeña muestra del vello coriónico, que luego es analizado por los especialistas analizando las células de estos vellos que generalmente presentan igual composición genética y bioquímica que el embrión, siendo necesario esperar por el plazo de 10 días a que los resultados se encuentren finalizados.
Lo alentador para los futuros padres es el hecho que más del 95% de las mujeres que presentan un alto riesgo y que se someten a un estudio prenatal reciben resultados negativos ya que sus bebés no presentan anomalías o defectos que son detectados por estos exámenes.
Sin embargo, es necesario aclarar que no existe hasta hoy una prueba prenatal que pueda asegurar con total garantía el nacimiento de un bebé sano, pues los estudios permiten solo detectar la presencia de ciertos defectos de nacimiento antes del parto.
Foto Vía: Chiropractic