En los últimos años el número de alergias se ha triplicado y sigue creciendo. Los niños son los más sensibles a ello ya que su sistema inmunológico todavía no se encuentra desarrollado totalmente. La alergia es una enfermedad crónica muy frecuente durante la infancia y la adolescencia, por eso la prevención es muy importante.
Una buena alimentación
Durante el embarazo y durante el período de lactancia, no añaden en sus dietas ciertos alimentos por temor a que sus bebés puedan sufrir alergias, como por ejemplo el pescado o las nueces. En cualquier caso, el organismo de los bebés tiene que ponerse en contacto con estos alimentos para conocerlos. Lo importante en alimentarse de una manera equilibrada y saludable, comiendo mucha verdura y mucha fruta.
Hasta los seis primeros meses, el niño debe recibir leche materna exclusivamente a ser posible. Si no puede ser, se debe ofrecer al pequeño alguna fórmula hipoalergénica. Una administración de preparados para los lactantes a base de soja, como medida preventiva, no es muy recomendable.
En el momento en que el pequeño empiece a comer, se debe ir añadiendo a la dieta un alimento por semana. Añadir alimentos debe comenzar a partir del sexto mes y evitar alimentos que tiene riesgo alto de alergias como la leche fresca de vaca, el pescado, los huevos, los tomates, los cítricos, el apio, el chocolate o la harina de trigo por lo que no se recomienda incluirlos en su dieta hasta el segundo año de vida.
Si se nota que el pequeño puede ser sensible a algún alimento en concreto, se aconseja retirarlo de la alimentación ya que podría desarrollar una alergia a partir de esa sensibilidad.
No se debe incluir ningún tipo de especias ni de condimentos, tanto en la dieta que se siga en la lactancia, como en los primeros meses de vida del pequeño. También se debe evitar cualquier tipo de productos preparados. Los alimentos más adecuados para el niño son las patatas, las espinacas, las manzanas, las zanahorias, los plátanos, el arroz, los pepinos, la coliflor y los guisantes.
Los primeros meses de vida del bebé
Hay que tener mucho cuidado con la piel del bebé. Se debe lavar al pequeño con agua templada del grifo. Si hay que darle un baño más profundo, se debe usar un jabón para bebés suaves que no contenga aditivos.
Es aconsejable coger al niño en brazos para reducir el estrés y que el niño encuentre su ritmo cotidiano.
No hay que administrar antibióticos a nos ser que estén recomendados por el pediatra, ay que estudios llevados a cabo, han demostrado que su uso conlleva un mayor riesgo de sufrir alergias, especialmente los niños tratados con ellos durante su primer semestre de vida.
Aunque no hay ningún tipo de evidencia de que vacunar a tu hijo ayude a reducir el riesgo de padecer cualquier tipo de alergia, lo cierto es que debes hacerlo según las indicaciones de tu pediatra.