La visita al médico quizás es una de las situaciones más estresantes en la vida de los más pequeños que puede evitarse con algunas sencillas pautas. ¿Qué hacer al llegar al consultorio médico?
Hacer que la visita al médico se algo agradable y divertido es la base para que el niño no acuda a la consulta médica con ansiedad ni nervios. Llevarle su juguete favorito, su libro preferido o incluso un pequeño tentempié, como un bocadillo o un zumo, hará que la espera sea más placentera y olvide donde se encuentra.
El miedo a la separación de su madre al entrar en el consultorio es una de las mayores preocupaciones de los pequeños ya sea en niños pequeños o incluso más mayores de hasta 12 años. Explicarles bien que en ningún momento les vamos a dejar solos les servirá de mucho. El dolor que pueden llegar a sentir ante cualquier tipo de exploración médica o a que les pongan una inyección se proyecta en un sentimiento de angustia que dificilmente se les quita si no cuentan con la tranquilidad y la paz que puedan llegar a transmitirles sus progenitores. Una pequeña recompensa por comportarse como un campeón o campeona a la salida del pediatra, puede ser una solución para que la próxima vez no acuda con tanto miedo.
Tranquilizar a los niños ante una visita al médico
Para los niños algo más mayorcitos el miedo a lo desconocido también supone un problema a la hora de acudir al médico. Pueden llegar a temer que les tengan que operar u hospitalizar ante cualquier síntoma que presenten, por eso es muy importante una buena comunicación y explicación por parte de la persona que lo acompaña.
También son muy propios los sentimientos de culpa que suelen tener los niños. Pueden llegar a creer que la enfermedad por las que se les lleva al médico es porque han hecho algo mal o incluso por algo que no han hecho y deberían haberlo llevado a cabo y que las pruebas a las que les someterá el médico son parte del castigo que deben recibir.
Un ambiente relajado antes de entrar en la consulta, buenas explicaciones y buenos razonamientos por parte de los adultos de la situación en la que se encuentran y el por qué, contribuirán a que la visita la médico no se convierta en un suplicio para los más pequeños de la casa.