Muchas son las familias de todas partes del mundo que cada noche previa a la Navidad preparan un delicioso pavo para degustar junto a los seres queridos, aunque pocas saben el significado de esta costumbre. ¿Dónde nació la costumbre de cenar pavo el día de Nochebuena?
Una de las tradiciones más extendidas en las fiestas navideñas, aparte de los regalos con los que se obsequia a los familiares y amigos, es la de degustar el plato típico de estas fiestas: el pavo. Se cuenta que en la época de Enrique VIII de Inglaterra, se tenía por costumbre cenar este plato de origen germánico durante la Nochebuena y que al llegar a España no quiso perderse esta tradicción que poco a poco fue adoptando el pueblo, hasta que en el siglo XX se convirtió en algo habitual.
Otras historias hablan que fue durante el primer período del siglo XVI en México, cuando el conquistador Hernán Cortés quedó tan encantado con este fabuloso plato por su exquisito sabor, olor y textura que optó por traérselo a España. Otras versiones cuentan que en las décadas de los años 30 y 40, en los Estados Unidos y Canáda existió un excedente de pavos durante las fechas de Acción de Gracia y de Año nuevo, lo que les llevó a inventarse diferentes maneras para conseguir un mayor consumo de este alimento, vendiendo dichas aves en Latinoamérica, algo que llegó a convertirse en un gran negocio, suceso parecido a lo ocurrido en España con el consumo de las uvas de Nochevieja.
Preparar el pavo de Navidad
Esta ave que puede llegar a pesar hasta 20 kilos, requiere de muchas horas de cocción para que resulte jugoso. Una vez perfectamente limpio se rellena, eso sí, de una manera muy personal, pues en cada hogar los gustos son muy distintos, aunque es algo generalizado añadirle especias para lograr un sabor mucho más sabroso. A la hora de rellenarlo, da igual cuales sean los ingredientes elegidos, sólo hay que tener en cuenta que el pavo se hincha durante la cocción, por eso es importante dejar hueco para que los ingredientes se puedan mezclar correctamente. También es aconsejable, para que el relleno no se salga mientras se cocina, poner una cebolla a modo de tapón o incluso coser con hilo de cocina la parte trasera del pavo.
Algunas de las técnicas más utilizadas para conseguir una carne tierna tras la cocción, es sumergir el pavo durante varias horas en leche antes de comenzar a cocinarlo para darle esa suavidad que consigue que se deshaga en la boca de los comensales. Dependiendo del peso del pavo, será necesario tenerlo en el horno durante un tiempo determinado. Por ejemplo para uno que pese alrededor de cinco kilos, con tres horas será suficiente, para uno de diez kilos serán necesarias unas cinco horas. No hay que olvidar que durante el tiempo de cocción se debe ir regando con el caldo resultante del asado. Acompañarlo con unas patatas asadas y con verduras de cualquier tipo se conseguirá un delicioso menú para degustar en familia.