Cuando comenzamos una dieta hipocalórica nuestro cuerpo reacciona con una mayor actividad de sus sistemas de defensa, debido a que se reducen los nutrientes que se ingieren y el organismo humano está perfectamente dotado de una serie de sistemas reguladores que aseguran nuestra supervivencia ante cualquier situación extraña para él.
¿Por qué engordamos las mujeres?
Nuestro organismo tiene un mecanismo que hace que la energía que necesita en reposo se reduzca para hacer frente a cualquier situación donde se tenga menor disponibilidad energética. De esta manera no se llegan a quemar calorías sino que se consiguen mantener las reservas de grasa, algo que se hace más evidente en el caso de las mujeres con respecto a los hombres, ya que las primeras experimentan una mayor dificultad a la hora de perder el exceso de grasas.
El cuerpo de las mujeres es muy sensible y está sufriendo constantemente cambios que llegan a manifestarse tanto de una manera cíclica, como por ejemplo con la menstruación, como en las diferentes etapas de su vida. Los mediadores de todos estos cambios son los más que conocidos estrógenos y son los responsables de todas las modificaciones que sufre el cuerpo de la mujer desde el mismo momento de su nacimiento. Sin embargo a partir de aproximadamente los 30 años, la regulación de las hormonas en el cuerpo femenino cambia significativamente, llegándose a producir una serie de oscilaciones progresivas y casi imperceptibles. Esta nueva regulación tiene su final con la menopausia que es cuando la mujer llega a comprender los cambios que han ido produciéndose en su cuerpo sin apenas darse cuenta durante años.
Cómo atajar el problema desde su origen
Con lo que se acaba de explicar puede resultar mucho más fácil comprender que el aumento de peso es el resultado de algo más profundo y poco estudiado. La única forma de redistribuir por tanto, la masa grasa de una forma armoniosa, consiste en abordar el problema desde su origen, para poder contrarrestar los efectos causados por los desequilibrios hormonales y para a su vez, recordar al cuerpo lo sencillo que resultaba en el pasado mantenerse en forma.
En la actualidad existen productos en el mercado que ayudan a controlar fisiológicamente el sobrepeso y que se centran principalmente en los desequilibrios hormonales en lugar del síntoma de éstos, es decir, en el aumento de peso. Estos productos tienen como ingredientes principales diente de león y cola de caballo perfectos para la depuración y el drenaje de líquidos, ruibarbo y fibras prebióticas con las que se consigue un buen funcionamiento gastrointestinal y colágeno y papaya para conseguir un efecto antienvejecimiento tanto fuera como dentro de nuestro organismo.
Con estos productos se consigue reestablecer el equilibrio para poder recodificar los mensajes que son transportados por los estrógenos y a su vez asignar de una manera selectiva la masa de grasa en sus puntos correctos. Por tanto la utilización de cualquiera de estos ingredientes nos ayudará a combatir el origen del sobrepeso de una manera saludable y natural.