Esta verdura que suele producir rechazo en muchaa personas pero que resulta deliciosa para otras, cuenta con una serie de beneficios para nuestro organismo que hacen aconsejable incluirla en nuestra dieta. 
Beneficios del brócoli
Según estudios realizados por expertos en la materia de la nutrición, el brócoli refuerza el sistema inmonológico de las personas lo que origina una serie de beneficios como combatir el estreñimiento, mejorar el aspecto general de la piel o incluso el aelgazamiento. También se ha comprobado que para las personas diabéticas ayuda a eliminar los daños que se generan en los vasos sanguíneos, gracias al sulforafano que contiene y que contribuye a disminuir las moléculas que dañan las células, además de provocar que las enzimas antioxidantes se activen. En dicho estudio se explica como se reduce el riesgo de sufrir un infarto gracias a las propiedades de esta verdura, ya que el exceso de glucosa en sangre, típica de las personas diabéticas, aumenta las posibilidades de problemas de tipo cardiovascular en cinco veces más que en una persona que no padece esta enfermedad. Se ha comprobado de igual manera que el brócoli puede llegar a detener enfermedades de los pulmones, una razón extra para incluir en la dieta semanal esta verdura, sobre todo para personas fumadoras.
Es aconsejable sobre todo, incluir la ingesta del brócoli en la dieta de personas mayores, ya que gracias a sus poderes antioxidantes, ayudan a reducir el riesgo de contraer algunos tipos de cánceres, pues previene el desarrollo de tumores a la vez que consigue desactivar los genes que promueven a que se expandan más dichos tumores, así el consumo del brócoli ayuda a tener una buena digestión.
Cómo comer el brócoli
A la hora de elegir el brócoli es importante que sea verde y que no tenga zonas de color amarillo o con manchas. Es recomendable consumirlo sin estar demasiado cocido pues si es así, perderá todos sus nutrientes y para saber que está perfectamente cocinado, debe de ser con un color brillante antes de proceder a comerlo. También puede degustarse a la plancha y en cualquier caso nos ayudará a prevenir anemias así como hemorragias. La temporada ideal para consumirlo es desde el mes de enero hasta el mes de marzo que es cuando se encuentra en mejores condiciones para ser degustado.
Para mantener una excelente conservación de esta verdura una vez comprada, es imprescindible guardarla en el frogirífico no más de cinco días, pues si lo dejamos fuera de éste se pondría fibroso y perdería gran cantidad de sus nutrientes. Tampoco debe surmergirse en agua antes de usarlo y sólo debe ser lavado en el momento de su preparación. De esta manera conseguiremos incluir en nuestra dieta un excelente nutriente que tendrá todos sus beneficios intactos en el momento de ingerirlo.
