La mayoría de los niños se desarrollan sin ningún tipo de complicación en el vientre de la madre pero existen casos en que el bebé nace antes o después del tiempo considerado como normal y aceptable de gestación. Hablamos entonces de niños prematuros o posmaduros.
Cuando se considera que un niño es prematuro
Son considerados niños prematuros los que nacen antes de las 37 semanas de gestación o que pesan al nacer menos de 2,5 kilogramos, por lo que no tienen la suficiente madurez biológica como para sobrevivir sin ayuda. Las malformaciones y la mortalidad son más frecuentes debido entre otras cosas a que su estructura ósea no está completamente desarrollada por lo que el cráneo de un niño prematuro no está preparado para las presiones que pueda sufrir en el parto. También al nacer con más dificultades resporatorias, el cerebro puede quedar privado del oxígeno necesario.
El niño prematuro tiene la piel arrugada y transparente así como la cabeza y la lengua más grandes de lo normal y los ojos muy salidos y prominentes a la vez que separados entre sí. Estos niños presentan dificultades digestivas y de regulación de la temperatura corporal por lo que es necesario la asistencia de la incubadora para proveerles del oxígeno necesario.
Problemas de los bebés prematuros y conducta de los padres
Son diversos los transtornos que pueden llegar a tener los niños prematuros como por ejemplo, problemas respiratorios o de infecciones posnatales, así como desórdenes en el sistema nervioso central o incluso una mayor tasa de miopía y estrabismo como indican numerosos estudios realizados. El desarrollo motor del niño prematuro es más lento por lo que presenta normalmente mayor problema a la hora de aprender y los tests de inteligencia generalmente suelen salir con resultados más bajos.
Tampoco puede descartarse que las diferencias entre un niño prematuro y otro que ha nacido en el término normal de la gestación, pueden ser causadas por la actitud de los padres. Al vivir separado de su madre durante el tiempo que debe permanecer en la incubadora, no recibe las ventajas psicológicas que produce la lactancia e incluso a las propias madres les resulta más díficil adaptarse a los primeros cuidados que requiere el bebé. Típico es mantenerles aislados por temor a que sufran alguna infección o incluso tratar de sobrealimentarlos.
Niños posmaduros
El caso de los niños posmaduros ha sido objeto de menos estudios que el de los prematuros ya que desde el momento en que se valoró por medios científicos que un bebé demorado podía correr peligro a la hora de sobrevivir, se comenzó a actuar médicamente propiciando el parto antes de entrar en un período de riesgo. Las causas de un retraso en el nacimiento pueden ser debidas a un déficit hormonal de la madre, lo que prolongaría el embarazo o problemas psicológicos por parte de ésta también que dificultaría la expulsión del niño.