La pérdida de apetito en los niños,se vive muchas veces, como una amenaza para su salud. Cuando ocurre cierta reducción en el deseo de consumir alimento, más o menos marcada, que se prolonga durante el tiempo sin tomar en cuenta las necesidades calóricas básicas que requiere el organismo para funcionar adecuadamente, hay que encender la luz de alerta. Las causas más frecuentes de este desorden son de tipo nervioso o emocional pero también puede estar relacionada con algunas enfermedades como anemia, infecciones, hipertiroidismo, etc.
Siempre, y especialmente en el caso que se sospeche una enfermedad, se debe consultar al médico; y tomar algunos recaudos a la hora de preparar los alimentos, para que el niño acepte de mejor grado su consumo. Lo importante es cuidar todos los nutrientes y presentar los platos de forma agradable y colorida.
Algunos consejos practicos:
La fruta debe trocearse o incluirse con los helados. En un menú, en el que haya suficiente cantidad y variedad de hortalizas crudas, se puede prescindir de la fruta. Los helados caseros son muy nutritivos: pueden tener frutas por lo tanto vitaminas, leche, etc.
Cualquier carne debe acompañarse de salsa: resulta mucho más apetitosa.
Los arroces pueden servirse en forma de pasteles y acompañarlos con guisantes, zanahorias ralladas, etc.
No debemos olvidar que 100 gr de pasta tiene 12,9 proteínas muy poco menos que un filete de vacuno. Si completamos la pasta con trocitos de jamón y queso, tenemos un plato completo y muy nutritivo.
Las brochetas son ideales para los niños inapetentes, su disposición de color las hace muy sabrosas y la cantidad de carne o pescado que se puede ingerir con ellas es mayor de lo que parece.
Hay pequeños trucos que también podemos tener en cuenta, como por ejemplo ofrecer la comida en platos grandes, que hagan las raciones más pequeñas a la vista.
Y recordemos que hacer comer correctamente a niños con poco apetito es más difícil que intentar restringir a los que comen demasiado. Pero también es cierto que no se trata de ingerir mucha cantidad de alimentos, sino una gran variedad y de calidad.