Los niños empiezan a evidenciar este malestar después de los 5 años y pueden haber diversos niveles de profundidad y afección. A pesar de parecer extraño, los niños también presentan actitudes y comportamientos extraños, además que sus pensamientos no son nada tranquilos o comunes, por lo que sus padres empiezan a preocuparse. El problema es que estos comportamientos no se pueden identificar a primera vista y empiezan a evolucionar con el paso de los años y el crecimiento. Además que la actitud no es igual en niños y en adultos. Los pequeños no pueden controlar sus emociones y explotan fácilmente, no pueden descansar bien y no asimilan bien lo que aprenden o lo que piensan y las relaciones con los demás son muy complejas y conflictivas. No es muy común pero afecta a un cierto porcentaje de niños.
Aparece antes de los 5 años y al principio puede parecer que es semejante al autismo pero después se desencadenan el resto de síntomas que hace concluir que el pequeño sufre de esquizofrenia. Los más comunes son los delirios o las alucinaciones y pasados los 5 años es mas fácil identificarlas, pues los niños se expresan mejor y se hacen entender y es sencillo ver cuando los niños antes jugaban, reían y se divertían, pero después de unos meses se presentan mas retraídos, distantes, solitarios, no necesariamente agresivos o alterados. Después empiezan a expresar ideas extrañas o cosas que les causan un terror inexplicable y que los padres no pueden entender no hallar la razón. Si el niño no pasa mucho tiempo en casa, es probable que quienes identifiquen este problema sean los profesores o los maestros de los jardines y en casa lo que hacen los niños es aferrarse a sus padres y hablar incoherencias que a los padres puede parecerles común porque suponen que es una vivencia de todo lo que paso en su colegio durante el día.
La enfermedad puede ser hereditaria si hubo alguien más con la mismas enfermedad en distinta generación, no siempre tienen que sufrirlas los padres o hermanos pero generalmente se da por condiciones de estrés y de forma natural, no tiene nada que ver con la genética usualmente. El tratamiento para estos pequeños es largo, pues es como un proceso y no puede haber una cura de un día para otro, así que se realizan terapias, administración de ciertos medicamentos que controlan sus angustias o les permiten descansar mejor y el tratamiento se incluye hasta en el colegio para que sea integral y pueda ser tocado desde todos los ámbitos en los que generalmente se desenvuelve. Los niveles de esquizofrenia no son iguales y así como hay casos muy graves y de mucho cuidado, pueden haber otros leves y que pueden ser controlados más fácilmente y solucionarse en un mediano plazo. Lo importante es que los padres tengan paciencia y eviten reflejarle miedo o preocupación por su estado.