La natación involucra todos los grupos musculares. En los niños y adolescentes, este ejercicio fundamentalmente aeróbico y realizado de manera regular, provoca no solo un disfrute activo del ocio, sino una reducción de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. El medio acuático es el espacio físico más completo que existe para el desarrollo de las aptitudes físicas, psíquicas y neurológicas. La natación se puede practicar desde los primeros meses de vida, estimulando el reflejo glótico, e iniciándose en el aprendizaje a los 3 años.
Razones para nadar
– Controla el peso corporal, lo que previene la obesidad en niños (y el 80 por ciento de niños obesos lo serán también cuando sean adultos).
– Ayuda a mantener valores de presión arterial más bajas.
– Baja la concentración de colesterol en sangre: reduce el desarrollo de la arteriosclerosis desde la infancia.
– Disminuye los niveles de glucosa en sangre, debido a qua el ejercicio aérobico produce una mayor sensibilidad a la insulina. Per ello, reduce las necesidades de insulina en niños diabéticos.
– Contribuye a aumentar cualitativamente la capacidad de esfuerzo físico en niños, condicionando una mejor respuesta cardiovascular.
– Mejora la flexibilidad, coordinación, agilidad, velocidad y fuerza muscular.
– Saber nadar puede favorecer la socialización y la solidaridad; tener nociones de salvamento, y poder ayudar en una situación real, es un valor agregado en el aprendizaje.
– En niños con problemas neurológicos, y parálisis cerebral, el medio acuático a 28 grados de temperatura, hace que el sistema nervioso pasen del estado de tensión al de relajación.