Los mocos son normalmente un síntoma de alguna enfermedad o algún trastorno del bebé y que le pueden llegar a resultar extremadamente molestos, ya que todavía no tiene las habilidades necesarias para eliminarlos. Por eso los padres tienen que estar atentos al momento en que aparecen para limpiar la secreción excesiva cuanto antes y evitar que se acumulen en la garganta o en la nariz puesto que podría provocar problemas mayores.
Las causas de los mocos en los bebés
Los mocos están causados por las siguientes afecciones principalmente:
Con el llanto, ya que cuando tanto un bebé como un adulto llora, las glándulas lagrimales expulsan agua hasta desbordarse y este exceso llega a inundar los conductos nasales también produciéndose una mayor secreción nasal.
Con las alergias también aparecen los mocos, ya que la rinitis que habitualmente padecen los niños que son alérgicos provoca estornudos y abundantes mocos. Este problema suele presentarse con taponamiento nasal y goteo así como con picor.
Con un catarro o resfriado común pueden aparecer dos tipos de mocos, los que se alojan en la nariz o llamados mocos nasales y la flema, que son los mocos que se producen en los pulmones y en el sistema respiratorio y que pueden llegar a provocar problemas mucho más serios si no son tratados convenientemente. También pueden aparecer por una enfermedad provocado por una bacteria como por ejemplo la sinusitis bacteriana.
Por último, con el frío aumenta también la secreción nasal y eso sucede porque el cuerpo intenta calentar el aire y para ello aumenta la humedad, haciendo que los vasos sanguíneos se expandan y provocando que gotee.
Cómo eliminar los mocos en un bebé
La manera más eficaz es con agua de mar ya que se considera como un bactericida natural capaz de eliminar las bacterias que son perjudiciales para el cuerpo. Además cuenta con una acción antialérgica que disminuye la irritación de los tejidos nasales y los rehidrata. También refuerza la inmunidad natural del organismo arrastrando las secreciones y eliminando los mocos. En cualquier farmacia o parafarmacia se puede conseguir este producto tan beneficioso tanto para los bebés como para cualquier tipo de persona que tenga mucosidad abundante.
Consecuencias de los mocos en un bebé
Una excesiva acumulación de mocos en el sistema respiratorio o en las vías altas puede llegar a complicar una enfermedad que ya existe o incluso un simple y común resfriado. Si el bebé está acatarrado y su nariz no se lava perfectamente, el moco podría llegar a acumularse y producir otro tipo de trastornos como conjuntivitis, otitis o bronquiolitis. Por eso es tan importante estar siempre pendiente del bebé, especialmente si se encuentra resfriado y limpiarle los mocos en el momento en que aparezcan.
Por eso una de las recomendaciones que todos los pediatras hacen siempre a los padres de una forma constante, es que realicen cuanto antes lavados nasales ante el primer síntoma de aparición de mocos.