Sin lugar a dudas la mejor forma de perder los kilos que nos sobran y a la vez reforzar nuestra musculatura, es a través de aquellos ejercicios en los que se utilizan pesas y aparatos, que además de ayudarnos a reforzar nuestra masa muscular, nos ayudan a combatir las enfermedades de tipo cardiovascular.
Los beneficios de practicar levantamiento de pesas
Hacer ejercicio para mejorar nuestra masa muscular no significa que tengamos que aumentar desmesuradamente el tamaño de ésta ya que la musculatura de cada persona puede y debería desarrollarse, de acuerdo con la complexión física de cada persona en particular.
Realizar ejercicios con pesas de una manera regular nos permitirá disponer de una reserva de energía extra, además de ayudarnos a combatir los dolores de espalda e incluso prevenir las complicaciones que se derivan de enfermedades como la osteoporososis. Por otro parte, todo el esfuerzo que realicemos para sentirnos bien nos permitirá vernos bien al mismo tiempo y aumentar nuestra autoestima.
Las contracciones musculares que tienen lugar durante un entrenamiento con pesas, logran agilizar el trabajo de las venas, consiguiendo que la sangre fluya por ellas con mayo rapidez para llegar al corazón, además de nivelar el colesterol, ya que este tipo de actividad consigue mantener el colesterol malo a raya, reducir la tensión sanguínea y ayudar a quemar grasas y por consiguiente ayudar a mantener un corazón en perfectas condiciones.
Además se ha comprobado que una vez hayamos terminado este tipo de ejercicio, el cuerpo continúa quemando calorías, algo que favorece la pérdida peso, de igual manera que también se ha podido constatar, que las personas que practican levantamiento de pesas, son menos propensas a padecer estrés.
Tiempo recomendable para la práctica del ejercicio
Quienes practican ejercicio de una manera regular, siguen conservando sus energías tras una dura jornada de trabajo, aunque pudiera parecer lo contrario, además de que una práctica diaria que no supere los 20 minutos de duración, consigue reducir en un 50% las posibilidades de sufrir cualquier tipo de ataque cardíaco, con lo que se demuestra que no es necesario “dejarse el alma” en el gimnasio para conseguir beneficios en nuestro cuerpo.
Conseguir una buena musculatura nos ayuda a protegernos del debilitamiento que se va produciendo con el paso de los años a la vez que previene los dolores crónicos y la rigidez que se suele manifestar en la zona de la espalada, puesto que al tener más desarrollados los músculos de esta zona, el peso del cuerpo llega a equilibrarse evitando que recaiga sobre una sola zona.
La actividad muscular también estimula la reconstrucción de los huesos por lo que este tipo de ejercicios es perfecto para detener el avance de cualquier tipo de enfermedades, que reducen la densidad de los huesos y nos permite, a la vez, contar con la cantidad de fuerza necesaria para mantener el cuerpo perfectamente el forma según van pasando los años.
Contrariamente a lo que podamos pensar, con el paso de los años no disminuye la capacidad de incrementar la masa muscular, por lo que la práctica de este tipo de entrenamiento puede ser realizado por personas de cualquier edad.