El objetivo principal de esta innovadora medicina es conseguir vivir mucho más tiempo y con mayor calidad de vida, algo que todo el mundo desea 
Bienestar con la medicina antiedad
La medicina antiaging consigue prevenir el proceso natural del envejecimiento antes de que éste aparezca y de esta manera poder combatirlo, siempre a través de pruebas de diagnóstico que pueden llegar a predecir el riesgo que cada persona tiene de padecer alguna enfermedad. A partir de los 35 años, ya sea por genética o por el estilo de vida de una persona en concreto, se tienen más posibilidades de padecer enfermedades tales como el Alzheimer, hipertensión o incluso algunos tipos de cánceres, como el de mama o el de colon. Con los resultados obtenidos en dichas pruebas se elabora un programa a la medida de cada paciente para su prevención.
Hay que tener en cuenta que estos programas van dirigidos a personas sanas que lo que buscan es potenciar su salud o incluso para aquellas que se encuentran aquejadas de algún tipo de molestias tipo migrañas, colesterol, caída del cabello o estreñimiento, pero sin llegar a constituir por sí mismos ninguna enfermedad concreta ni grave. También están dirigidos a personas que se encuentren en vías de alguna operación de cirugía estética, tanto facial como corporal, ya que mediante dichos programas se consigue una recuperación más rápida y por tanto con mejores resultados.
Resultados de la medicina antiaging
Estos programas combinan una dieta saludable, específica para cada persona, con ejercicio y suplementos vitamínicos con lo que se consigue una mayor fuerza muscular, menos grasa corporal y por consiguiente una mejora de la salud y una sensación de bienestar generalizada. Una mejoría en la capacidad de memoria y de atención, fortalecimiento de pelo y uñas, aumento de la líbido, pérdida de peso o aumento de la energía, son algunas de las ventajas que se obtienen con esta innovadora medicina.
Aunque estos resultados comienzan a hacer algo de efecto al poco tiempo del inicio del tratamiento hay que tener en cuenta que el organismo necesita de alrededor de 20 días para reconocer cualquier cambio que se produzca en él, otros 20 días para asimilar dicho cambio y 20 días más para que se produzca una transformación en éste, por tanto es necesario un poco de paciencia para conseguir de una manera concreta, definitiva y segura, los resultados deseados.
