Una de las partes más olvidadas de nuestro cuerpo son sin duda, los pies a los que se les debe de prestar unos cuidados y atención diarios para evitar males mayores que aunque no lo parezcan pueden perjudicarnos en nuestra vida diaria . Hongos en los pies
Las enfermedades que se pueden sufrir en los pies son muy diversas y dependen mucho de la edad de cada paciente. Los jóvenes no suelen visitar a un podólogo a no ser en caso de padecer callos u hongos. En el caso de las personas más mayores las visitas pueden ser debidas a deformaciones sufridas en los pies a causa de la artritis o de juanetes, entre otras. En cualquier caso siempre se debe de acudir al médico en caso de sufrir dolor y especialmente si se es diabético o se tiene algún problema de tipo inmonológico.
Uno de los transtornos más comunes son los hongos que salen en las uñas de los pies y que son díficiles de eliminar sin usar algún tipo de medicina, siempre recomendada por los médicos. Entre los motivos que suelen causarlos se encuentran golpes recibidos en las uñas, infecciones por andar descalzo en zonas públicas como puede ser un gimnasio o una piscina, usar zapatos muy apretados y poco higienizados o incluso por contaminación a través de los utensilios utilizados para hacerse la pedicura.
En el momento en que los hongos invaden las uñas, éstas se vuelven más gruesas y van tomando un color más amarillento. Si la infección sigue avanzando, estas uñas se vuelven débiles y se van agrietando hasta romperse, llegando incluso a caerse. Evitar este tipo de problemas pasa por llevar a cabo una serie de medidas de higiene tan sencillas como cambiarse de medias o calcetines cada día, mantener las uñas bien cortas o lavarse los pies y secarlos posteriormente muy bien.
Talones agrietados
Los talones agrietados es otra de las causas que requieren un especial cuidado de los pies. El uso de un calzado incorrecto, estar muchas horas de pie o en exposición al frío y una sequedad excesiva de la piel, contribuyen a que aparezcan grietas en esta zona de los pies que se pueden evitar hidratando los talones cada día con una crema específica, siguiendo una dieta rica en minerales, ácidos grasos y vitaminas y el uso de una piedra pómez que ayude a eliminar la piel seca de los pies una vez estén bien lavados y secos.
Algunos de los remedios naturales que se pueden utilizar en el caso de sufrir de talones agrietados es el de exprimir un limón y aplicar su zumo con un pañuelo en la zona agrietada durante unos diez minutos. Con esta aplicación conseguiremos desinfectar y ayudar a cicatrizar las grietas. Triturar un plátano y aplicarlo durante 15 minutos para proceder a eliminarlo con agua templada, es otra de las opciones para poder combatir la sequedad que provoca las grietas de los pies.