Resulta conveniente desmitificar el problema que generalmente todos los niños sufren alguna vez en su vida como son los piojos y conocer las reglas básicas para poder combatirlos, tratarlos y por supuesto prevenir su aparición.
¿Qué son los piojos?
Estos parásitos que necesitan humedad y calor para poder vivir y que se alimentan de la sangre humana, no vuelan, ni saltan, ni transmiten ninguna enfermedad, tan sólo se contagian a través del contacto entre cabezas directos o de compartir objetos como peines y gorros.
Los piojos provocan grandes picores en las cabezas de los pequeños por la saliva que introducen en el cuero cabelludo cuando pican para poder alimentarse de la sangre. Aunque los piojos se camuflan y tienen la capacidad de adoptar el color del cabello en el que se esconden para así pasar más desapercibidos, son visibles al ojo del hombre.
El contagio
Es habitual que al menos uno de cada cuatro niños que se encuentran en edad escolar contraiga piojos, ya que a estas edades es cuando más contacto físico existe aunque nadie, desde luego, está exento de contraer los piojos por lo que es muy importante su prevención. Igualmente se debe recordar que los piojos aparecen con más frecuencia en los pelos más largos, por lo que se debe intentar que los peques lleven o bien el pelo recogido o lo más corto posible.
Cómo evitar que se contraigan los piojos
Si notamos que hay picores en la cabeza o si nos encontramos ante una de las típicas “plagas” de piojos que suelen darse cada año en temporada escolar, debemos revisar con sumo cuidado la cabeza de nuestros hijos y alertar a los demás padres en caso de encontrarnos con piojos, así como por supuesto avisar al colegio.
Es importante inculcar a los más pequeños es uso de su propia toalla así como de su propio peine y cepillo y no compartirlos, así como mantenerlos alejados del resto de utensilios existentes tanto en el colegio como en casa, en caso de estar infectado con piojos.
¿Cómo eliminarlos?
Si encontramos piojos lo primero que debemos hacer es ir a la farmacia y adquirir un tratamiento específico para ellos, aplicándolos siguiendo las instrucciones, siendo los más seguros y usados las piretrinas.
Una vez se ha aplicado se deben extraer los piojos que ya se han muerto con una lendrera, así como los huevos de los piojos y las liendres, y siempre mechón a mechón.
El tratamiento deberá repetirse todas las veces que se indique en el prospecto.
Cómo prevenir los piojos con repelentes
Si en el entorno que rodea al niño existe peligro de contagio de piojos o de una infección de éstos, se debe comprobar que no se ha contagiado el cabello de nuestros hijos. En caso de estar todo correcto se debe pulverizar su cabello con un repelente para piojos que se puede comprar igualmente en la farmacia, sobre el cabello seco y limpio en cantidades suficientes para poder cubrir toda la zona que se debe tratar.