La leche materna siempre ha sido considerado como el alimento mas completo para los bebes por lo menos durante su primer año de vida pero es también después de esta etapa donde empiezan a aparecer los problemas digestivos o intolerancias y es por eso que hay que tener varias opciones para poder alimentar al niño. Es sabido que la leche materna es el mejor alimento cuando se tiene un recién nacido y durante su etapa de crecimiento y desarrollo pero de acuerdo a los factores genéticos hay bebés que no pueden tolerar este tipo de leche hay que tener como opción leches con otros componentes que puedan beneficiar al pequeño.
La principal es la leche común y su componente esencial es la leche obtenida de las vacas y que se consume comúnmente además de parecerse y semejar mucho las propiedades de la leche materna. Algunos componentes que benefician mucho al niño son los minerales y los aceites vegetales. Otro componente es la lactosa pero esta a largo plazo también puede convertirse en un factor intolerable para el aparato digestivo de los bebés.
La siguiente en la lista y que aporta innumerables beneficios es la leche de soya la cual es la solución para brindar nutrientes y una correcta alimentación a aquellos niños que son intolerantes a la lactosa ya que por ser derivada de un componente vegetal no tiene esos ingredientes. Además que el sabor es muy rico y pueden producirse bebidas lácteas saborizadas.
Hay un tipo de leche comúnmente llamada hipoalergénica que es usada para alimentar a aquellos bebes que sufren intolerancia no a la lactosa sino a las proteínas que tiene la leche común. La solución más rápida para quienes no pueden sentir la lactosa es la leche sin ella, que es comercialmente conocida como deslactosada y es que esta deficiencia digestiva puede no darse necesariamente cuando son grandes sino traerla consigo desde que está en la barriguita de la madre, pues es un síntoma congénito y empezar a generar problemas cuando pasan el primer año de vida, presentándose síntomas comunes como estreñimiento o por el contrario una soltura contante mientras pasa el efecto de la leche.
Hay bebés que tienden a sufrir problemas específicos por el consumo de ciertos alimentos como el aumento de peso o el desarrollo de algunas enfermedades es por eso que se diseñan formulas para preparar determinadas leches que controlan estos inconvenientes. Lo más común es que suben mucho de peso o afectan su estomago por los componentes de la leche común como los aminoácidos o ciertas grasas.
Para aquellos padres que puedan presentar ciertas dificultades económicas una manera rápida pero igual de nutritiva a la leche común es la leche que viene en polvo. Es mucho más económica y solo basta con disolverla en agua o incluso hay niños que desde pequeños desarrollan el gusto por esta leche y se la comen tan como la encuentran en el empaque, aunque hay que tener en cuenta que debe ser supervisada porque como es polvo puede ser aspirada y adherirse a la garganta provocando ahogo inmediato. Lo bueno es que viene fortificada dependiendo del tipo de nutrientes que necesite el bebé.
Siempre hay que tener en cuenta que cada bebe es un ser diferente y es por eso que hay que tener la opción de un pediatra a medida que el pequeño vaya creciendo. El especialista es quien sabrá que nutrientes son los más adecuados y qué tipo de leche es la mejor para su consumo.