Inventados en 1762 por el inglés John Splisbury los rompecabezas comenzaron a fabricarse casi un siglo después y llegaron a la actualidad manteniendo sus características principales, entretenimiento, diversión y excelentes para fortalecer la noción viso-espacial de los objetos como también su expansión. En el caso de los niños los rompecabezas llamados también «puzzles» son el producto ideal para desarrollar sus habilidades, ya que se trata de piezas generalmente planas que al combinarlas de forma correcta forman una figura, objeto o escena.
Hoy, es posible encontrar en las tiendas rompecabezas de diferentes tipos, materiales, tamaños y grados de dificultad siempre basados en la cantidad de piezas y formas que constituyen el juego.
Los más comunes poseen piezas que se enlazan entre sí sin la necesidad de un tablero, existiendo también aquellos que son insertados en una superficie especial donde cada una de las piezas deberá ajustarse y calzar en un único orificio.
Los rompecabezas son sumamente apreciados en el ámbito educativo ya que se presentan como motivadores y formativos, desarrollando habilidades y destrezas de los pequeños como por ejemplo agudizar su capacidad de análisis y síntesis, además de la coordinación, motricidad, pensamiento lógico y visión espacial.
Los niños gustan de jugar con los rompecabezas y esto es bueno ya que ejercitan su mente y los ayudan en el estudio intensificando aquellos conocimientos que necesitarán leer o profundizar, como también a resolver problemas, reforzando en muchos casos ciertos conceptos relacionados con las letras y formas.
Es necesario que sean adecuados a la edad del niño y a su experiencia previa con este tipo de juegos, siendo recomendable comenzar con uno pequeño de pocas piezas y progresivamente seguir con los más complejos.
Se trata de un juego de mesa que hace necesario que los niños desarrollen su capacidad de observación, atención, análisis y concentración, ya que a través de estos principios los pequeños logran desarrollar su capacidad lógica y su ingenio para que a través de diversas estrategias logren armar el conjunto.
Ideales para niños que tienen problemas para concentrarse o poca capacidad de tolerancia, ya que para realizar con éxito el armado de un rompecabezas estas dos cualidades son indispensables.
Existen en el comercio opciones desde las más sencillas indicadas para los de menor edad. Son rompecabezas de hasta 8 piezas como es el caso del nuevo puzzle llamado Animaloquito. Se trata de un juego de 8 unidades de animales divididos en 3 partes, cabeza, cuerpo y cola y es recomendado para niños a partir de los 3 años. Siendo lo más interesante el hecho que pueden armar animales reales y también inventar sus propias especies.
También, existen alfombras de goma o lana para colocar en el dormitorio del niño transformándose en una agradable superficie sobre la cual pueden leer o jugar y además entretenerse con una «alfombra» que es en realidad un gran rompecabezas para jugar.
Estas alfombras vienen en forma de figuras o números que se encajan siendo un entretenimiento para los niños. La firma Youlka Design, ha lanzado al mercado unas bonitas alfombras hechas con lana que han sido diseñadas por artistas diplomados en Bellas Artes.
Incentivar a los niños con este tipo de juegos dará resultados magníficos que es posible ver reflejados en distintos ámbitos de su vida.
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