Uno de los momentos más esperados por los padres es ver cómo su hijo da sus primeros pasos, entre otras muchas cosas, porque aprender a caminar es una de las pruebas más importantes de que el niño se está desarrollando correctamente.
¿Cómo ayudar al niño a dar sus primeros pasos?
Existen diferentes posturas sobre el hecho del desarrollo de la marcha en un niño. Por una parte hay quienes dicen que es algo innato, pero otros argumentan que es algo que se aprende por medio del ensayo/error y de la imitación.
Lo que sí se sabe es que este proceso es distinto en cada niño y que conlleva cierto grado de maduración. Por eso antes de ayudar al pequeño a que de sus primeros pasos, hay que saber que se encuentra relacionado directamente con el desarrollo motor de cada niño.
¿Qué es el sistema motor?
Es una parte del sistema nervioso central encargado del control, de la programación y de la ejecución de cada movimiento. Estas señales se envían desde el cerebro hasta los músculos y éstos a su vez se encargan de interpretar las órdenes del primero para provocar el movimiento.
Es curioso saber que un ser humano tarda más tiempo en desarrollar la marcha en comparación con otros animales. Los pájaros o los caballos, conservan el equilibrio desde el momento en que nacen, o a los pocos días. Pero en el caso de los humanos, es necesario un período más largo para que podamos ponernos en pie y caminar.
Evolución del niño
En el momento en que un bebé nace se van produciendo algunos automatismos en su marcha y los pequeños avances que van sucediendo, son los que le van preparando para aprender más tarde a caminar, como por ejemplo mantenerse con la ayuda de un adulto erguido, gatear o ponerse de pie mientra se sujeta a algún objeto. En torno a los doce o quince meses, el niño conseguirá dar sus primeros pasos para empezar a caminar de una forma independiente.
Para ayudar al niño a dar sus primeros pasos, en lo que hay que hacer hincapié es en fortalecer su sistema motriz y desarrollar la fuerza en sus extremidades inferiores. Para ello un ejercicio que resulta muy efectivo es ayudarle a hacer los movimientos típicos de una bicicleta con sus piernas y después contraerlas hacia su abdomen y a continuación dejar que las estire con fuerza hacia a ti.
Hay que tener en cuenta que cuando un bebé comienza a caminar, están continuamente expuestos a accidentes y caídas, por eso es fundamental preparar una zona segura con superficies que sean blandas a la vez que firmes, como por ejemplo una alfombra.
También hay que procurar que no haya objetos que tengan ángulos que puedan hacerle daño, por lo que es recomendable forrar las esquinas de todos los muebles, quitar objetos con los que se pueda tropezar y tapar los enchufes eléctricos.
Y es que hay que tener en cuenta que cuando empieza a caminar un niño, su marcha es insegura, inestable y no tiene ni armonía ni coordinación. Por eso es normal que camine con los pies muy separados para intentar tener un mayor equilibrio. Cuando se caiga, que lo va a hacer muy a menudo, no dudes en impulsarlo y reconfortarle para que lo vuelva a intentar de nuevo, ya que va a necesitar de tu cariño y tu presencia. Muy importante es no dramatizar con sus caídas y si se cae, restar importancia a ese negativo suceso.