La gripe es una de las enfermedades más comunes en ciertas epocas del año. Debemos saber que pautas hay que seguir para que nuestros hijos la superen.
La gripe es una de las enfermedades más habituales en los niños y en los mayores durante en invierno. Es una enfermedad frecuente que cursa con fiebre y malestar generalizado. Suele empezar con catarros o resfriados. Por eso debemos tener cuidado para prevenirla con antelación, ya que es fácil que los catarros puedan degenerar en gripe. Nadie está libre de pasar una gripe en el invierno y todos deseamos no pasar por ella.
La fiebre, que suele venir asociada a la gripe, en los niños siempre es un problema, les produce desazón e inquietud, les cuesta estar en la cama y todos los síntomas que acompañan la fase gripal, que como sabemos suele durar varios días. Cuando lo niños están enfermos los problemas se nos multiplican también a nosotros, ya que hay que prever quién estará a su cuidado, hay que atenderles y entretenerles. Además hay niños que no saben estar enfermos, y cuando permanecen varios días en la cama dan mucha guerra.
Los niños pequeños se suelen contagiar fácilmente de esta enfermedad, y también suelen ser buenos transmisores de ella. Si un hijo pasa la gripe es fácil que toda la familia acabe teniéndola. El virus de la gripe se transmite a través de pequeñas partículas que son expulsadas al toser, hablar o estornudar, también se contagian por las manos o a través de objetos con los que haya entrado en contacto el virus, como por ejemplo los juguetes.
Las guarderías son un buen foco de infección. Los niños comparten utensilios, juguetes, y un montón de cosas que sirven de vehículo para la difusión del virus.
Una gripe es una enfermedad leve y fácil de tratar, debemos prestar especial atención con los más pequeños para que no degenere en otras dolencias como neumonía, otras infecciones o bronquitis. Por eso hay que estar muy pendientes de cualquier variación en los síntomas.
Como es un virus, la gripe no tiene tratamiento, aunque sí se pueden aliviar los síntomas hasta que vaya perdiendo virulencia. La gripe se trata con medicamentos para bajar la fiebre que ayudan también a aliviar el malestar, también con reposo, mimos y muchos líquidos: leche, zumos, caldos…
En ningún caso hay que dar antibióticos al ser un virus la gripe, no tienen utilidad, salvo que haya complicaciones y el médico lo haya prescrito. Tampoco se deben dar aspirinas o medicamentos que tengan ácido acetilsalicílico, pueden generar alguna complicación en niños.
Si los síntomas fuesen algo extremos, en el caso de fiebre muy elevada y persistente, erupciones o dificultades para respirar, es conveniente acudir a la consulta del médico cuanto antes.
La gripe suele desaparecer en una semana, aunque algunos síntomas como la tos y el moco persistan durante más días.
Los niños se acomodan en casa muy a gusto y les cuesta volver al colegio y dejar de ser el centro de nuestras atenciones y cuidados. No hay que prolongar sin motivo la permanencia en casa, todos podemos comprender que les encanta estar sin ir al colegio, sin hacer deberes y llenos de mimos, pero eso no conviene alargarlo sin motivo.