En el pasado los niños comenzaban a socializarse aproximadamente a los cinco años, que era la edad en la que comenzaban a asistir a la escuela. Con el tiempo esto ha ido cambiando, sobre todo por el trabajo de los padres y esto acelera el ingreso a la escolarización y como consecuencia también ocurre lo mismo con su autonomía.
Al comenzar la escuela los niños aprenden desde un principio a compartir con los otros niños desde los espacios comunes hasta los objetos que utilizan en clase y como consecuencia de estos actos de compartir hacen sus primeras amistades.
Sin embargo, los especialistas afirman que el concepto de amistad de los adultos no es igual al que tienen los niños hasta aproximadamente los siete años ya que su relación de conocimiento y amistad tiene una evolución por etapas. Hasta los dos años aprenden a jugar en paralelo es decir que el niño juego al lado de otro pequeño pero lo hace de forma independiente.
Cuando comienzan a asistir a la guardería una de las cosas que se les enseña es a esperar y también a respetar los juguetes de los otros niños, la comida y todo aquello que pertenece al otro. Se inicia así un juego colectivo a través del cual el niño adquiere las primeras nociones de grupo, algo fundamental para su sociabilización.
A pesar de todo esto aún la comunicación sigue siendo individual con el maestro y de niño a niño. Con el paso del tiempo el niño va conociendo el entorno y también comienza a mostrar sus preferencias con relación a sus compañeros que se traducen en actos de afecto infantil y también de algunas peleas.
Hasta los tres años el amigo será para el niño su mejor compañía y cada vez sus preferencias en relación a la elección de otra persona se hacen más particulares ya que siempre elegirá al niño que gusta de los mismos juguetes o que tiene una forma de ser similar a la suya. También en esta etapa comienzan a formarse los grupos para compartir juegos y se comienzan a asumir las reglas sociales surgiendo las relaciones afectivas.
A pesar de formar pequeños grupos los juegos aún siguen siendo la mayor parte del tiempo individuales. porque aún no tienen la aptitud para cooperar con el otro, siguen siendo un poco egoístas y egocéntricos, algo que cambiará con el tiempo.
De los cuatro a los seis años el niño ya tiene sus preferencias con relación a los juegos y a sus amistades a pesar que no es claro el porqué de la elección de determinados amigos ya que pueden existir similitudes o no en relación a su personalidad o gustos, algo similar a lo que ocurre con los adultos.
Al llegar a la edad de siete años los deportes comienzan a tomar un lugar importante sobre todo aquellos deportes que se practican en grupos. A medida que el niño va adquiriendo un pensamiento lógico también acepta y respeta las reglas del juego y surgen los juegos de competición que ocuparán un lugar importante hasta su edad adulta.
Aproximadamente a los ocho años el niño tiene su mejor amigo, con lazo estrechos pero también con algunos conflictos, todas circunstancias que ayudan a que pueda crear su propia identidad. En esta etapa ya comprende la amistad como lo hacen los adultos y sabe que es compartir, mantener una charla con su amigo y compartir diversos momentos.
El ser «sociable»le ayuda al niño a desarrollarse y a tener una vida social bien activa tanto en el presente como en el futuro. En esta etapa la actitud de los padres con relación a la amistad es importante ya que el niño aún actúa por imitación y si sus padres tienen amigos él también los tendrá.
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