Claves útiles para ayudar a tus hijos en su futuro. La educación debe comenzar en casa y cuanto más chicos sean tus hijos mejor, porque absorben más fácilmente el entrenamiento.
Toma nota sobre algunos pasos a seguir
– Determina la asignación justa: aunque parezca pronto, desde el inicio escolar tus hijos entrarán en contacto con el dinero porque deberán empezar a pagar cosas (un caramelo, una golosina para el recreo, etc.). Intenta que la plata que le des coincida con lo que pueden gastar para que así sepan que todo tiene un límite. Cuando necesiten unos pesos extra (para comprarse juguetes, por ejemplo) aprovecha para enseñarles la importancia de trabajar a cambio de algo. Eso sí: siempre vigila cómo están manejando el dinero.
– Mírate a ti misma: el ejemplo siempre es fundamental. Por eso es importante que observes tu comportamiento. ¿Sacas la tarjeta de crédito cada vez que precisas comprar algo? ¿Discutes frecuentemente con tu pareja por dinero?
¡Cuidado! Los chicos escuchan y ven todo esto y aprenden de estas cosas (el ejemplo es lo que más los marca).
– Compra una alcancía: es necesario que tu hijo tenga algún símbolo del ahorro. Necesita saber que existe un lugar en el que puede poner sus monedas y que éstas no serán utilizadas hasta tanto no llegue al objetivo propuesto. Así le enseñarás a luchar y esforzarse para conseguir lo que quieren.
– No te pierdas ni una oportunidad para darles una lección: préstale atención al comportamiento de los nenes, fíjate qué compran y pregúntales cómo planean pagar sus cosas. Cada vez que ellos dicen «deseo» o «quiero» te están abriendo la puerta para que les enseñes una lección. ¡Aprovechala!
– Ábreles una caja de ahorro: si tienes la chance, hazlo en tu banco e incluso vé con tu propio hijo al banco para hacer el trámite. Asegúrate, además, de que lleven una libreta de anotaciones de sus ahorros y que realicen sus depósitos al menos una vez al mes, para generarles el hábito.
– Maneja con cuidado los errores: es probable que un chico cometa errores con el dinero (lo pierden, lo malgastan, etc.). Si esto sucede, es una buena oportunidad para preguntarle si considera que lo que hizo está bien o mal e invitarlo a pensar cómo debería actuar la próxima vez.
– Habla sobre la caridad: es bueno que esto sea parte de su educación y sus acciones. Si les enseñas que reserven siempre algo para darles a los que menos tienen les estarás inculcando que siempre deben compartir con los otros aquello que tienen.
– Ajusta la conversación a su edad: por supuesto, debés hablarles en un idioma que entienda, con palabras sencillas. Y si ya son adolescentes, no te debes olvidar que lo que más quieren es tener autonomía. Si les depositas dinero en una cuenta para que se manejen solos, no te olvides de decirles qué es lo que deberán pagarse con esa plata y dejárselos bien en claro. Su mano siempre estará extendida para que les des más, pero tienen que saber que si eso pasa tendrán un «no» como respuesta.