Mejorar el estilo de alimentación y de vida implica hacer ciertos cambios. El mejor ejemplo que podemos darles a nuestros hijos es enseñarles, a través de nuestro comportamiento, las ventajas de una alimentación saludable y variada. A continuación, algunos ejemplos. 
Cereales
• Los niños generalmente incorporan buenos hábitos más por imitación que a través de las palabras. Come cereales integrales todos los días e intégralos a las comidas familiares, para que tus hijos se acostumbren a inluirlos desde pequeños.
• Comparte con ellos la preparación de algunos alimentos.
• Enséñales a los niños más grandes a leer la lista de ingredientes de los paquetes de las barritas o copos de cereal, y a elegir aquellos con granos integrales y menos azúcar.
Verduras
• Si tu familia acostumbra consumir verduras, los niños las aceptarán sin problemas.
• Déjalos participar en la decisión de que verduras utilizarán para las ensaladas y en la combinación de colores.
• Según la edad, pueden ayudarte a comprar, limpiar, pelar o cortar las verduras.
• Ofréceles elegir una nueva verdura para probar cuando realizan las compras.
Frutas
• Un buen ejemplo para tus hijos será que tú consumas frutas todos los días.
• Ofréceles a los niños frutas como postre.
• Según la edad,tus hijos pueden ayudarte con las compras, limpiar, pelar o cortar las frutas.
• Al momento de comprar, deja que los niños elijan nuevas frutas para probar.
• Decora los platos o sirve las comidas con trozos de frutas.
• Ofréceles pasas de uva u otras frutas secas en lugar de caramelos. No se resistirán si lo hacen desde que son pequeños.
• Prepara brochettes de trozos de frutilla, ananá, banana, mandarina, uvas.
• En las viandas envía cartones de jugo natural en lugar de gaseosas u otras bebidas azucaradas.
• Tenven cuenta que suele haber poca fruta en las bebidas «con sabores frutales».
Lácteos
• Enseña a tus hijos la importancia de tomar leche.
• Nunca reemplaces la leche por un jugo preparado con polvo.
• Si bien deriva de la leche, la mantequilla se considera una grasa y no un lácteo. Si no puedes evitarla, resérvala sólo para ocasiones especiales.
• Evita la leche cruda no pasteurizada o cualquier producto elaborado con leche no pasteurizada.
• Refrigera los alimentos perecederos inmediatamente después de comprarlos, prepararlos o usarlos. Descongélalos dentro de la heladera.
