Los juguetes son uno de los elementos que favorecen el desarrollo de los pequeños, así que los padres deben tener en cuenta el tipo de objeto que usan sus hijos y la seguridad y calidad que le dan física y emocionalmente. Este es uno de os temas que deben ser considerado por todos los padres, teniendo en cuenta el diseño de cada juguete y la recomendación que hacen los fabricantes, para evitar accidentes. Factores como el tamaño, el material y hasta los colores pueden influir en que un pequeño si se divierta o por el contrario, empiece a rechazar el juego por miedo. Hay que tener en cuenta que los niños deben sentir un agrado por sus juguetes, que si es posible, ellos participen en la decisión de comprarlos.
Debe ser seguro, no debe tener filos o puntas que les hagan daño, los materiales así mismo deben proteger y no astillarse de un momento a otro o incluso romperse o quebrarse dejando filos cortantes que produzcan heridas. Siempre hay que tener una revisión en cuanto al acabado, más exactamente la pintura y el hecho que no sea toxica, pues los pequeños acostumbran a llevar todo a su boca; y por otro lado los elementos decorativos que puedan ser piezas pequeñas y que puedan causar asfixia.
La edad de los niños empieza a definir las necesidades que se tienen y los juguetes que se usen deben ser acordes a ello, por eso hay que evaluar en que etapa están y así mismo conseguir juguetes que sean funcionales. La personalidad también influye, porque si un niño es muy retraído hay que buscar juguetes que le permitan socializar con otros pequeños, mientras que a un niño hiperactivo hay que entretenerlo con objetos que tengan que ver con lo artístico, con la atención y con el aprendizaje de conceptos básicos. Si son niños pequeños es necesario que los juguetes sean simples, básicos y fáciles de manejar, además porque fomentaran su capacidad de hacer las cosas, mientras que un juego que no entiendan, probablemente los confunda y estrese.
Con respecto a la cantidad, no hay que exagerar, pues aunque se le quiera dar todo y tenerle todas las comodidades, hay que saber controlar gastos y excesivos juguetes, porque en vez de divertirse, es probable que se aburra y no enfoque la atención en ninguno, por la saturación. No hay que emplearlos como premios o castigos, simplemente darlos porque se nace o por un regalo. Tampoco hay que comprarles cuanto juguete ven porque puede tratarse solo de un capricho momentáneo, pero en casa seguramente lo dejan olvidado.
El precio es un factor esencial para los papás porque no todos tienen medios para comprar juguetes costosos, y es justamente en ese aspecto donde cabe resaltar que un juguete no es bueno solo por ser el más caro, siempre hay que ver su funcionalidad, sin importar si tiene luces o un sistema electrónico, ya que los artesanales como los de madera y a base de piezas, también son divertidos y hasta pueden tener más preferencia por parte de los pequeños.