Los niños dibujan de una forma espontánea desde el mismo momento en que pueden sujetar una pintura o un lápiz y aunque está claro que no todos cuentan con la misma capacidad, resulta muy importante motivar y potenciar esta actividad lúdica.
Qué reflejan sus dibujos
El color de los dibujos proyecta la personalidad y el estado de ánimo del pequeño. Durante su época de garabatos es color responde simplemente a su atractivo mientras que más adelante cobrará sentido expresando un estado diferente de ánimo según el que se utilice. Por ejemplo el amarillo expresa felicidad y alegría y suele ser usado por niños inteligentes y que tienen un buen estado de ánimo. El marrón lo utilizan niños con una cierta inseguridad mientras que el rojo es el que prefieren esos niños que tienen mucha fuerza vital energía y que son muy impulsivos. Por otra parte un excesivo empleo de este color puede indicar agresividad y hostilidad.
El verde expresa autoestima y sosiego. Se hay un abuso de él se habla de pequeños que desean llamar la atención y que toleran bastante mal la frustración.
El azul revela una personalidad estable y serena que suelen usarlo los niños ordenados y tranquilos.
El negro puede mostrarnos a un niño triste si se emplea muy frecuentemente.
Disposición de los objetos en el dibujo
De la manera en que un niño distribuye los elementos que forman parte del dibujo sobre el papel puede responder a una serie de indicadores emocionales, por ejemplo un dibujo bien centrado muestra a un niño seguro de sí mismo y organizado mientras que uno descentrado podría indicarnos una mayor inseguridad, inmadurez o dependencia.
Si el dibujo tiende al lado derecho puede pensarse que se trata de un niño con una buena estabilidad y un buen control emocional así como con cierta tendencia a ser introvertido. El lado izquierdo por otra parte es el que prefieren los niños más abiertos, con menor tolerancia a la frustración y con una mayor impulsividad.
La parte superior de un papel corresponde a su fantasía. Un dibujo que esté colocado de una manera predominante sobre esta zona puede indicar que quien lo ha realizado es un niño con mucha fantasía y que puede llegar a tener problemas con el entorno por lo que se evade con frecuencia.
En la parte inferior hablamos de un contacto con la realidad y es utilizada por los niños que no tienen problemas y que se encuentran bien con su entorno. Por otra parte si el dibujo da la impresión de que se sale de la hoja por la parte de abajo y en la zona de arriba y del centro no aparece ningún dibujo, puede tratarse de niños que son muy inseguros, que tienen baja la autoestima y que tienen problemas a la hora de relacionarse con los demás.
Al tiempo que dibujan los niños están aprendiendo a dominar sus trazos, a regular la presión que están ejerciendo sobre el papel y a controlar los límites espaciales, elementos todos ellos muy importantes y prácticos que les servirán de gran ayuda cuando empiecen a escribir.