Uno de los primeros síntomas del embarazo es el aumento y la sensibilidad de los pechos, especialmente en el primer trimestre. Por eso resulta importante extremar todas las preocupaciones y cuidar el pecho correctamente durante este período.
¿Cuáles son los cambios que se producen en los pechos durante el embarazo?
Al comienzo del embarazo la grasa se acumula en el pecho haciendo que éstos aumenten de tamaño. En las primeras seis semanas los senos ya han crecido de una manera notable y seguirán haciéndolo durante los tres primeros meses.
Según van creciendo pueden aparecer estrías e incluso sentir picazón. Por eso es muy importante utilizar productos hidratantes. Durante el embarazo también hay un aumento del suministro de la sangre en los pechos por lo que las venas se hacen más grandes y aparecen más visibles bajo la piel.
Los pezones y las aréolas se vuelven más oscuros y crecen y las glándulas de Montgomery que se encuentran en la superficie de las aréolas se elevan produciendo una sustancia aceitosa para evitar que los pezones se resequen o resquebrajen.
Entre la semana número doce y la número catorce del embarazo, algunas mujeres secretan un líquido de color amarillento y es espeso, conocido como calostro, que es el líquido que alimenta durante los primeros días de nacimiento al bebé antes de que los pechos produzcan leche. Al acercarse el momento del alumbramiento, este líquido se vuelve más pálido y prácticamente incoloro.
¿Cómo se pueden aliviar las molestias del pecho durante el embarazo?
Se deben usar sujetadores que se adapten perfectamente a la talla del pecho ya que durante el embarazo es normal aumentar varias tallas. Hay que evitar que tengan varillas internas pues son menos cómodos y transpirables de lo que pueden serlo los sintéticos y si vas a practicar ejercicio utilizar los que estén adaptados especialmente para ello. Durante la noche se debe usar uno de algodón holgado y suave que sostenga el pecho mientras se duerme. Si existe secreción se deben usar almohadillas lavables o desechables. También hay que evitar lavar los pezones y las aréolas con jabón puesto que reseca la piel y el agua no debe estar ni muy caliente ni muy fría.
Si existen muchas molestias o por el contrario no ha habido ningún tipo de cambio, es conveniente consultar al tocólogo.
¿Cómo preparar los pezones para la lactancia?
Entre las seis y las ocho semanas anteriores al parto, se deben comenzar a preparar los pezones. Para ello después de lavártelos se deben secar con una toalla pero sin frotarlos demasiado fuerte. A continuación hay que aplicar una crema que tenga vitamina A y dejar que se seque al aire.
Una manera de fortalecer los pezones y reafirmarlos es hacer un ejercicio que consiste en hacerlos rodar entre los dedos al menos una o dos veces cada día.
Con todos estos consejos es posible aliviar las molestias relacionadas con el pecho que se sufren durante el embarazo.