Que unos abuelos cuiden de sus nietos resulta muy beneficioso para todos, pero siempre y cuando eso no se convierta en una obligación. Y es que en la sociedad en la que vivimos resulta bastante difícil conciliar la vida familiar con la laboral, porque cuando los dos padres trabajan, necesitan a una persona que cuide a sus hijos, recurriendo muchas veces a los abuelos, ayuda que no viene nada mal, aunque hay que hacerlo siempre en la justa medida.
Visión diferente de la vida
Los abuelos que tienen que hacer de canguros lo van a hacer con todo su amor. Por otra parte su participación a la hora de educar a los nietos tiene normalmente repercusiones muy positivas ya que les van a aportar unos valores que los padres, debido al rol adquirido de progenitores, no pueden ofrecer en muchas ocasiones.
No hay ninguna duda de que unos abuelos pueden ofrecer a los nietos una visión de la vida distinta que les va a permitir adquirir unos valores importantes, como la experiencia, paciencia, espera, escucha, calma, etc.
Hoy en día los niños tienen prácticamente todo al alcance de sus manos y por consiguiente no son capaces en muchas ocasiones de apreciar todo aquello con lo que cuentan, como por ejemplo, la cultura del esfuerzo. Los abuelos no lo han tenido tan fácil en la vida y han tenido que trabajar mucho para conseguir aquello que necesitaban, por lo que su experiencia puede resultar muy positiva para los nietos. Hay que recordar siempre que se 3educa mucho mejor con lo que se hace que con aquello que se dice.
Normas más flexibles
Se suele decir que los padres están para educar a los hijos y los abuelos para malcriarlos. Es muy normal que los abuelos que han sido muy rígidos en la educación con sus hijos, resulten muchísimo más permisivos con la educación de sus nietos, y aunque no siempre es fácil de aceptar, hay que entender dicha actitud.
Los padres van a imponer unas normas que creen convenientes a sus hijos como marcar unos horarios por ejemplo, mientras que en la casa de los abuelos, lo más seguro es que todo sea más relajado y más flexible, pero no por ello resultará contraproducente para los hijos. Hay que tener siempre en cuenta que los abuelos ya han educado a sus hijos porque tienen ahora pleno derecho a disfrutar de los nietos.
Un papel para cada uno
Los abuelos a veces tendrán que decir que no. Si algún día no pueden cuidar de sus nietos porque tienen algún compromiso, no pasa nada y no se tienen que sentir por ello culpables. De igual manera si hay algún problema con los nietos, deberán hablarlo con los padres, sin esconderlo, ya que el perjudicado será siempre el niño. Por otra parte, si después se enteran los padres, los abuelos estarán considerados como los responsables, algo que seguramente traerá una discusión.
Los padres por su parte no deben dejar a los abuelos por norma. Lo más adecuado es hacerlo de una manera ocasional, ya que los abuelos también necesitan su tiempo propio. Jamás hay que discutir en presencia de los niños con los abuelos por un tema relacionado con ellos. Si es necesario aclarar algún tema relacionado con los hijos, lo mejor es hacerlo a solas.