Los bebés, cuando no reciben ningún tipo de entrenamiento concreto para andar ni para mantenerse sentados, aprenden siguiendo un cierto orden que se compone de diferentes etapas. Descubre cuáles son.
La primera etapa
Pasar de estar boca abajo. A la hora de perseguir su juguete favorito, por ejemplo, el bebé logrará ponerse boca abajo. En un primer momento no conseguirá mantener erguida la cabeza el tiempo necesario, e incluso no podrá sacar las manos que se le quedarán bajo el pecho, pero poco a poco irá descubriendo que puede colocar como punto de apoyo los brazos estirados y cotillear todo lo que va sucediendo a su alrededor.
La segunda etapa
Con la etapa anterior irá adquiriendo madurez en el tono muscular de los abdominales y de la espada y ya logrará estirar tanto las piernas como las manos para girar o arrastrarse.
La tercera etapa
Atraído por todo lo que encuentra a su alrededor y ahora que ha aprendido a liberar sus manos, se va a ayudar de ellas para girar sobre su ombligo. Al principio lo hará sin apoyo de sus piernas, pero poco a poco, se irán incorporando al movimiento de una manera coordinada.
La cuarta etapa
En esta etapa aprenderá a desplazarse hacia atrás como si fuera un gusano y llegará rápidamente a cualquier sitio que se proponga gracias a este movimiento. Avanzar va a ser algo más difícil ya que tendrá que extender sus manos y apoyar los codos para conseguir arrastras su cuerpecito hacia delante.
La quinta etapa
El siguiente paso va a ser aprender a reptar como si fuera un lagarto. En la etapa anterior las piernas se quedaban inmóviles como si fuera la cola de un pez, pero la emoción de ir a perseguir sus juguetes, hará que patalee de la emoción y vaya coordinando, poco a poco, sus movimientos hasta lograr avanzar, alternando la rodilla y las manos contrarias.
La sexta etapa
Ponerse en postura para gatear requiere cierta tensión y equilibrio en los glúteos y abdominales. Pasado un tiempo en el que se ha dedicado a calentar los motores, podrás ver a tu pequeño avanzar las manos y arrastrar detrás las rodillas. Algunos bebés logran perfeccionar este movimiento dando pequeños saltitos antes de aparecer el gateo propiamente dicho. Una vez que ya domine todos estos cambios de postura, va a aparecer de manera natural el sentado.
La séptima etapa
Una vez que ha aprendido a sentarse, buscará apoyo para intentar ponerse de pie y una vez lo haya conseguido, se sentirá muy feliz de andar de un lado para otro agarrado a todo lo que vaya encontrándose, a gran velocidad y solamente usando los pies y las manos, ya sin ayuda de las rodillas. Cuando adquiera la potencia muscular necesaria y el equilibrio preciso, plantará los pies y se levantará sin necesidad de apoyarse en ningún mueble.