Debemos saber entender la pubertad y cómo esta etapa de la vida puede afectar el comportamiento de nuestros hijos en el hogar y en la escuela.
La pubertad es la etapa en la vida cuando el cuerpo de los niños empieza su desarrollo y crecimiento hasta transformarse en el cuerpo de un adulto. Los cambios ocurren gradualmente, por lo general entre edades de los 10 a 16 años. Durante este tiempo los niños cambian tanto emocional como físicamente.
Por ejemplo, en las niñas los cambios que suceden en su cuerpo incluyen sus primeros periodos mensuales, lo cuales comienzan a representarse alrededor de los doce años. También comienzan a experimentar el desarrollo y crecimiento de sus senos, afloramiento del vello corporal y un notable aumento en su estatura. Mejor dicho, a esta edad es que nos empezamos a convertir en mujeres.
En los niños, por supuesto, los cambios que se presentan son absolutamente diferentes, por ejemplo, en la pubertad los niños empiezan a experimentar el agrandamiento de sus testículos y pene. De igual forma, empiezan a desarrollar una voz más profunda mientras la manzana de Adán se comienza a ampliar y a resaltar. Así como en las niñas, en los niños podemos apreciar el crecimiento del vello corporal, incluyendo el vello facial, y también se da un significativo aumento en el tamaño y estatura.
No hay duda, de que la pubertad es un momento complicado y confuso para la mayoría de los jóvenes. Los cuales a veces se preocupan sobre si los cambios en sus cuerpos son normales, especialmente si se desarrollan de manera diferente, Antes o en un ritmo diferente al de sus amigos y compañeros.
Durante la pubertad y la adolescencia, los jóvenes tienden a centrarse más en sus amigos y en las relaciones fuera de la familia. Es bien conocido, que las relaciones con los padres y hermanos pueden llegar a ser tensas en esta etapa de la vida.
Como padres, debemos enfrentar un sentimiento de decepción al sentir que durante esta época ya no somos relevantes para la vida de nuestros hijos. Esto es algo seguro. Algunas veces nuestros niños parecen rechazar y hacer caso omiso de nuestra autoridad. A pesar de esto, nosotros seguiremos siendo el modelo principal y eje central de su vida.
En esta instancia de la vida de ellos, nuestras palabras todavía tendrán un tremendo impacto en nuestros hijos, por lo tanto, debemos seguir insistiendo en la importancia del aprendizaje y el trabajo escolar para su crecimiento y desarrollo. También debemos estar seguros de ofrecerles tranquilidad, particularmente con respecto a su desarrollo físico y emocional. Hay que explicarles a nuestros hijos que los cambios en él o ella, que están experimentando, no son nada de qué preocuparse y que es algo totalmente normal, por lo que hay que pasar.
La pubertad es un proceso que cambia la vida. En donde las amistades y las relaciones románticas se vuelven muy importantes. La escuela es el principal escenario de «acción» en la vida de nuestros hijos por lo cual su mundo entero empieza a guiarse por otros intereses muy diferentes a cuando eran tan sólo unos infantes. Es importante que nuestros hijos aprendan sobre relaciones humanas, así como sobre materias académicas. Sin embargo, tratemos de asegurarnos de que hay un equilibrio saludable.