La producción de leche en el organismo de una futura mamá, es un ciclo perfectamente sincronizado entre esta y su bebé. A medida que el recién nacido succiona el pecho de su madre, este va generando la cantidad de leche que el bebé necesita?? y así se genera un mecanismo perfecto de la naturaleza entre la madre y su hijo. El ciclo de la elaboración de la leche
A partir del momento en que el niño empieza a succionar el pecho de su madre, esta acción empieza a generar un estímulo en las terminaciones nerviosas del pezón. Este estímulo va a una glándula llamada hipófisis. Esta glándula segrega la hormona prolactina y la oxitocina.
Prolactina: Hormona de la lactancia. Esta va a las glándulas mamarias y provoca que se produzca la leche.
Oxitocina: Hormona que va desde la hipófisis al útero, para provocar contracciones que lo hagan volver a su tamaño natural. Esta hormona también se dirige hacia las mamas para lograr que la leche salga y el bebé pueda succionar mejor. Así, cada vez que el niño succiona, se estimulan todos los mecanismos para provocar la producción de la leche materna.
La naturaleza al servicio del recién nacido
La textura de la leche va mutando según la necesidad del recién nacido. Primero se genera lo que se llama ¨Calostro¨, que en general son los primeros dos días después de dar a luz. Este líquido es de un color amarillento y contiene anticuerpos que ayudarán al bebé a defenderse de algunas infecciones, ya que este todavía está desarrollando su sistema inmune. El calostro tiene más proteínas y menos grasas que la leche en la que luego se transformará. También produce un efecto laxante que ayuda al recién nacido a largar flemas que ingirió en la panza materna y el meconio (primer materia fecal del bebé).
Luego de quinto día el líquido empieza a generar más grasas para ayudar al bebé a aumentar de peso. Y luego de los quince días, cuando el niño ya aumentó de peso y está algo más fuerte, la leche empieza a contener más grasas y proteínas, dándole al bebé los nutrientes que necesita para crecer sano.
Cómo afecta el estrés en la lactancia
Cualquier tipo de situación emocional fuerte puede causar consecuencias a la hora de dar de mamar, ya que pueden causar distintos efectos en el sistema hormonal. Estas situaciones pueden llegar a inhibir la producción de Oxitocina, de esta manera, aunque la madre genere mucha leche, el bebé puede quedarse con hambre. Por esta razón una madre siempre debe intentar estar tranquila y relajada, más allá de todas las emociones fuertes, consecuencia del hecho de ser madre recientemente, e intentar acostumbrarse a una nueva vida… cuidando a una personita nueva en este mundo, lo mejor y más felizmente posible.