Una vida sana, dieta balanceada, actividad física moderada y mantener el peso ideal, son premisas básicas que la mayoría de los médicos recomiendan a una mujer antes de la búsqueda de un embarazo. El sobrepeso y la obesidad pueden generar complicaciones tanto durante el embarazo como en el momento del parto, existiendo diversos problemas que pueden hacerse presentes como presión alta, diabetes gestacional entre varios problemas de salud además del peso que durante el período de los nueve meses de gestación se irán sumando a su cuerpo.
Teniendo todo esto en consideración el llegar a un peso ideal antes de quedar embarazada es fundamental para prevenir problemas que pueden evitarse.
Una dieta apropiada que en lo posible se recomienda sea personalizada, esto quiere decir adecuada a la cantidad de kilos que deben perderse, edad, contextura física, etc. harán más sencillo todo el proceso de reducción de peso.
A lo anterior debe siempre sumarse la actividad física que además puede seguirse durante el embarazo con los cambios necesarios y será de gran ayuda para mantenerse en forma, tener mayor elasticidad, evitando los clásicos dolores de espalda que suelen aparecer cuando el embarazo ya está en sus últimos meses.
La dieta equilibrada debe también seguirse durante el embarazo para evitar sumar demasiados kilos a la figura que luego resultan muy complicados de bajar.
Se debe tener en cuenta que el peso apropiado durante los nueve meses de embarazo se relaciona de forma directa con el peso que la mujer tenía antes de quedar embarazada como también si el peso está proporcionado con la altura, o sea el tan conocido IMC (índice de masa corporal).
La mejor forma de mantener un peso adecuado y aumentar solo lo necesario durante el embarazo es realizando una alimentación saludable y equilibrada, llevando un programa de ejercicio físico adecuado y tener en cuenta que los especialistas recomiendan solo unas 300 calorías diarias extras diariamente para cubrir las necesidades del bebé, cifra que durante el primer trimestre es menor alrededor de 150 calorías extras.
Existen estudios que han logrado demostrar que aquellas mujeres que suben demasiado de peso durante el embarazo corren un riesgo mayor de tener un parto por cesárea. Además de esto tienen más dificultad para bajar de peso después del parto y generalmente en próximos embarazos su peso será mayor que en el primero.
El sobrepeso puede traerles problemas tanto para comenzar a amantar al bebé cuando nace como continuar haciéndolo, ya que por lo general la producción de leche es menor.
También el bebé puede verse perjudicado ya que estadísticamente los niños de madres con sobrepeso durante el embarazo tienen mayores posibilidades de ser obesos en el futuro.
Para muchas mujeres se hace difícil controlar su peso y para otras se da la situación inversa ya que siempre han estado en forma y les resulta difícil aceptar ese aumento que progresivamente la balanza refleja.
Para ambos casos cabe decir que es normal sentir ansiedad tanto para bajar de peso antes de quedar embarazada y mantenerse durante la gestación, como para aquellas que temen no lograr adelgazar después.
Las dos situaciones pueden controlarse y llevar adelante un embarazo saludable, seguir los consejos del médico es fundamental y pensar que ambas situaciones deben controlarse por el bien de la propia salud como la del bebé
Por otra parte, a medida que el tiempo pasa la ansiedad sobre ese tema disminuye y puede controlarse, sobre todo pensando en el futuro y todo aquello nuevo que viene por delante con la llegado del nuevo miembro de la familia.
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