El agua es esencial para la vida ya que cada proceso metabólico tiene lugar en un medio acuoso, de allí la importancia de una hidratación correcta y que se adapte a las condiciones del ambiente como también de los diferentes momentos de la vida de una persona, siendo en la infancia y juventud de gran importancia una buena hidratación.
Evitar la deshidratación es esencial para evitar problemas de todo tipo entre ellos estreñimiento, enfermedades dentales y alteraciones en el metabolismo proteico.
Una correcta hidratación sobre todo en los niños es fundamental para su salud. Por ello, que beban líquido suficiente en cada comida y también entre horas es esencial, siendo recomendable unos ocho vasos de líquidos por día.
Los niños deben ingerir bebidas que se encuentren a temperatura moderada y que se adecuen de forma correcta al nivel de actividad física que el niño desarrolla amentando su ingesta en épocas de calor como también antes y después de la actividad física. Los padres deben prestar atención y no esperar que la sensación de sed sea el motivo para darle líquidos al niño.
La sed no es un indicador fiel de la falta de líquidos en el organismo de los pequeños. Ofrecer a los pequeños zumos de frutas, infusiones, leche junto con otros alimentos que les aportes agua como frutas y verduras es una de las mejores formas de asegurarle al niño una buena hidratación. Dependiendo de la edad existen diferentes necesidades de agua en la infancia.
Así, los lactantes están más predispuestos a sufrir los denominados golpes de calor y deshidratación durante el verano. Por ello, es importante mantener un equilibrio, siendo ideal que el bebé ingiera aproximadamente el líquido que sea equivalente a un 15% de su peso corporal, ya que esto asegura una correcta hidratación.
Sin embargo, los recién nacidos que se alimentan con leche materna no necesitan por lo general un aporte de líquido extra, pero si la temperatura ambiente es alta es importante ofrecerles el pecho con mayor frecuencia.
Por otra parte, los niños que se alimentan con leche artificial o de fórmula es recomendable ofrecerles un biberón compuesto con agua entre cada toma de leche.
Durante el verano, la piel del bebé es un indicador de su estado de hidratación, siendo muchas veces necesario aplicarle productos que contengan principios activos y también humectantes para evitar que la piel se seque en extremo.
Existen algunos síntomas que pueden alertar sobre un estado de deshidratación del bebé como ausencia de lágrimas; sequedad en la piel, boca y lengua o también una disminución en la secreción de orina.
Si el pequeño sufre de diarrea o vómitos es fundamental rehidratarlo de forma abundante y restituir los líquidos que va perdiendo.
Una hidratación deficiente puede causar problemas gastrointestinales debido a la inmadurez que presenta el sistema inmunitario en los bebés.Además, los lactantes tienen una propensión mayor a sufrir golpes de calor por ello la importancia de la ingesta de líquidos adecuados y el no someternos a cambios bruscos de temperaturas ni ofrecerles bebidas frías.
La prevención es de gran importancia sobre todo en verano donde el bebé debe no solo mantenerse hidratado sino con poca ropa y siempre en lugares frescos.
Foto Vía: Reviewsfitness